Durante la mañana de este jueves y llegadas las 09:45 se escuchó el repique de campanas desde la basílica de “Nuestra Señora de Aránzazu”. El sonido marcó el inicio de un momento histórico y diferente para victorienses en todo el mundo, puesto que en el marco de esta pandemia internacional que nos aqueja no se contó con los tradicionales festejos que convocan a toda nuestra comunidad por un nuevo aniversario de la ciudad. 183846515_2420017584800372_4042598117527617809_n
Por el contrario, se dispuso un reducido grupo de presentes en la plaza principal de las Siete Colinas que contó con la presencia del intendente Domingo Maiocco; los legisladores Gaston Bagnat y Gracia Jaroslavsky, la vice Ana Schuth; concejales; autoridades de la Policía, Prefectura, educación y Bomberos; el Director de Cultura Municipal, Luis María Andrade; el responsable del Museo “Carlos Anadón”, Claudio González y el cura párroco y rector de la basílica Presbítero Héctor Trachitte, para brindar el acto oficial por un nuevo aniversario de nuestra ciudad.185945744_2420017434800387_6506277448242680889_n
El discurso
En su discurso la profesora de historia Liliana Vivas recordó los inicios y convicciones que movieron a los primeros habitantes de La Matanza para concretar sus sueños, instando a los vecinos actuales a asumir el compromiso de un futuro mejor para todos.
Paseo de los Nuestros
Más adelante, en la calle interna del Mercado Municipal «Paseo Oscar ‘Coco’ Albornoz» quedó formalmente inaugurado el Paseo de los Nuestros, un nuevo lugar que al momento refleja a 12 personalidades locales de la historia de Victoria durante el siglo XIX, que será un sitio de encuentro para la ciudad y sus visitantes. Allí, con ayuda de las nuevas tecnologías, se podrá acceder a través del código QR ubicado sobre cada placa para conocer más de cada uno de ellos. Asimismo, la docente jubilada e integrante del Coro Municipal «Voces de la Colina» Ester Danielli de Muzzio leyó un poema alegórico al evento de su autoría titulado «Tras sus huellas» .
Nuestra Historia
Al igual que muchas otras ciudades, como Rosario y Paraná, Victoria no tiene fundación.
¿Qué significa esto? Muchas ciudades del país y en todo el mundo han sido fundadas por un grupo de colonos que se reunió en un espacio reducido, en muchos casos fortificados, y a partir de un trazado urbano previamente diseñado, con el objeto de vivir en una villa. La fecha en la que llegaron a ese lugar y plantaron la primera construcción, de carácter simbólico, se considera el día fundacional, con un acta que da cuenta de esa voluntad, y de los pobladores originales, como ocurrió en Buenos Aires, Santa Fe, Concepción del Uruguay, Gualeguaychú, Nogoyá… por mencionar algunas. A veces, la fundación es simplemente un acto administrativo, una orden o decreto a través del cual se dividieron las parcelas del terreno dedicado a la villa, para luego entregarlo a los primeros pobladores.
En Victoria el proceso fue diferente. Tras el apaciguamiento de la región, la zona que hoy comprende, más o menos, el departamento Victoria, especialmente su zona alta, fue poblándose por colonos provenientes en gran medida de lo que hoy es Paraná, entonces La Baxada, dispersos que debían viajar a Nogoyá para sus servicios religiosos, que en aquel entonces incluían los que hoy tiene el Registro Civil, y que por ende garantizaban derechos sucesorios y familiares, entre otros.
Su lugar de encuentro era el puerto viejo, en el Quinto Cuartel, donde comerciaban con los barcos que llegaban con mercadería y se llevaban lo que producían los colonos.
Así surgió la necesidad de establecer en la zona una villa, algo que por aquel entonces se hacía en torno a un centro religioso. De ahí que los vecinos le encargaran a un comerciante que viajaba seguido a Buenos Aires, donde también tenía conexiones, la gestión para la concreción del oratorio. Este comerciante era Salvador Joaquín de Ezpeleta.
Sus gestiones permitieron que el 13 de mayo de 1810 se celebrara la primera misa, hito que posteriormente fue reconocido como fundacional. Paralelamente se trazaron las calles centrales de nuestra ciudad, alrededor de la hoy plaza San Martín, y se distribuyeron parcelas entre los vecinos de la zona.
De ahí que se conviniera, hace más de 30 años, que está fuera reconocida como fecha fundacional.
Esto es -en pocas y someras palabras- lo que los victorienses recordamos hoy como la fecha a partir de la cual existe la ciudad de las siete colinas.