La fibra óptica continúa ampliando su participación en el mercado de Internet en la Argentina. En diciembre de 2021 se alcanzaron los 2 millones de conexiones, y superó a tecnologías obsoletas como el ADSL, dependiente de las viejas redes de cobre, de acuerdo a datos actualizados del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom). Esto significó un crecimiento de casi 50% en la comparación interanual.

headway-5QgIuuBxKwM-unsplash

Fuente: Unsplash

El crecimiento paulatino del uso de fibra óptica se torna prioritario en un mundo que avanza hacia la transformación digital, proceso que se aceleró con la pandemia y las nuevas necesidades que surgieron en materia de conectividad, razón por la que contar con esta tecnología se vuelve fundamental para acompañar este momento que se transita.

De acuerdo a los datos oficiales, a diciembre de 2021 habían 2.072.236 clientes de fibra óptica en la Argentina, contra 1.311.169 anotados en el mismo período de 2020. El avance experimentado le permitió constituirse en la segunda tecnología más importante, detrás del cablemódem, que ostenta un nivel de penetración prácticamente tres veces mayor al contabilizar 5.984.240 conexiones en el país.

La fibra óptica y la menor latencia

Como se dijo más arriba, la fibra óptica argentina se impuso por primera vez al ADSL que, en franca contracción, todavía cuenta con 1.657.615 accesos, menos de la mitad de lo que ostentaba en el primer trimestre de 2018. Todo indica que esta retracción viene siendo reemplazada por esta tecnología, cuya curva de crecimiento comenzó a verse sobre el final de 2018, siempre de acuerdo a la información oficial.

La fibra óptica es una tecnología más eficiente que las anteriores, puesto que reduce los niveles de latencia, es decir, los molestos microcortes que suelen congelar la cara durante una videollamada u obligar a iniciar un proceso de pago desde cero cuando se está haciendo una operación a través del home banking. A esto se suma que permite velocidades de descarga más altas.

john-adams-1xIN4FMR78A-unsplash

Fuente: Unsplash

En promedio, el mercado ofrece paquetes que arrancan desde los 50 mb de velocidad, aunque es posible encontrar ofertas de algunas compañías desde los 20 mb u otras que lo hacen a partir de los 100 mb o de los 300 mb. La diversidad de alternativas responde a varias razones, comenzando por la zona en que están disponibles los servicios. Como lo muestran los números brindados al principio de este artículo, pese a que está creciendo, la fibra óptica recién representa el 20% del total de conexiones existentes en la Argentina, que en total se ubican por encima de los 10 millones de accesos.

Sin microcortes, hay más productividad

La minimización de los microcortes que se logra a través de cómo funciona la fibra óptica permite trabajar y estudiar con mayor eficiencia y también disfrutar mucho más el entretenimiento. Si se tiene en cuenta que más del 70% del tráfico de Internet se vincula con el consumo de video y streaming, contar con un servicio que permite ver una película o hacer un vivo con bajos niveles de latencia explican que, una vez que la tecnología está disponible en una zona, las personas quieran migrar a ella.compare-fibre-INNsF0Zz_kQ-unsplash

Fuente: Unsplash

A la eficiencia en términos tecnológicos se suma también que consume menos energía. En tiempos donde la cuestión energética es tema de agenda a nivel global, y en donde la Argentina se encamina a reducir y reformular el sistema de subsidios que ha regido en las últimas décadas, contar con una tecnología eficiente para conectarse resulta útil.

Por tratarse de una tecnología basada en la luz como sistema de transmisión consume menos energía eléctrica que aquellas instalaciones de redes con cables de cobre. Esta reducción es varias veces menor, de acuerdo a lo que señalan los fabricantes de fibra óptica que aseguran que, en un tramo de 100 metros, las redes de cobre consumen 3,5 watts mientras que las de fibra lo hacen a razón de 1 watt pero cada 300 metros. Es decir, en 100 metros se trataría de un consumo en torno a 0,3 watt.