Luego de que la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) expresara su preocupación a nivel institucional por la falta de vacunas del Calendario Nacional –que es obligatorio y gratuito–, el secretario de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, aseguró ayer que “las dosis necesarias de vacunas han sido entregadas en todo el país”, aunque admitió que hay una reducción de stock de Menveo, que genera anticuerpos contra la meningitis, una enfermedad que produce inflamación de la membrana que cubre el cerebro. El funcionario atribuyó esta situación a “una demora en la entrega en toda la región”.
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El secretario de Salud argumentó que hubo “una demora en la entrega en toda la región”.

Tras las reiteradas faltantes que hubo de esta vacuna a lo largo de 2018 y en los primeros meses de este año, en el hospital materno infantil San Roque y varios centros de salud de Paraná aseguraron que en la actualidad la entrega se regularizó y que, al menos por ahora, cuentan con stock. En este sentido, en los centros de salud Selig Goldin y Ramón Carrillo afirmaron que están vacunando normalmente, aunque coincidieron en que en meses anteriores, además de la Menveo hubo faltante de las dosis para prevenir la varicela y la poliomielitis.

En tanto, en los centros que se quedaron sin disponibilidad de Menveo, aclararon que hacen la derivación de los pacientes a alguno de los espacios en los que están en condiciones de inmunizar a los chicos. Uno de los lugares que estuvieron vacunando estos días contra la meningitis fue el centro de salud Illia, pero comentaron que ayer se había quedado sin dosis, publicó Uno Entre Ríos.

En el centro de salud Manuel Belgrano, Patricia, una de las enfermeras, señaló que si bien “la Menveo no está en falta totalmente, llegan pocas dosis”, y explicó: “Como tenemos faltante en carné de vacunas porque no entregaban dosis anteriormente, las pocas que llegan se ocupan enseguida”.

“Al ser una vacuna relativamente nueva estamos cada vez con más faltante y esto se genera también debido al arrastre que se va haciendo de los recuperos, ya que cuando recibimos dosis tuvimos que volver a llamar a los chicos que cuando les tocaba no se pudieron vacunar. Pero la cantidad que mandan por lo general no alcanza”, manifestó.

A su vez, sostuvo que “el faltante es desde la Nación”, y recordó: “El año pasado se hizo un protocolo de emergencia porque no había Menveo y nos enviaron la orden de suspender la vacunación a los 11 años, pero sí se ponen las demás vacunas que corresponden a esta edad. El protocolo se sigue aplicando, porque las dosis que vienen son muy pocas y no llegamos a cubrir esa población”.

Asimismo, aseguró: “Nuestra área programática es bastante grande, pero de todas maneras nosotros tenemos reuniones y grupos de WhatsApp con los otros centros de salud y todos tenemos la misma política respecto de esta orden. La mayoría de los centros están en la misma situación y se les termina rápido el stock generalmente, ya que se reserva la mayor cantidad de dosis para el hospital San Roque, que es donde existe la mayor demanda”.

Por su parte Cristina, enfermera del vacunatorio del hospital San Roque, indicó: “Por el momento se regularizó la faltante, y actualmente nosotros contamos con todas las vacunas por ser hospital provincial de referencia. Por ahí priorizan la entrega de las dosis a este hospital de niños. Mandan más vacunas acá y muy poquitas a los centros de salud. Por eso ellos nos derivan pacientes, para que los chicos estén vacunados”.

Consultado sobre el tema, Diego Garcilazo, director de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Provincia, dijo: “Hasta ahora venimos bien con el suministro de vacunas. Se habían repuesto todas las que estaban en situación de retraso, aunque la que sigue estando en situación crítica es la Menveo. La compra y la importación de las dosis de esta vacuna la hace el gobierno nacional, y es la vacuna que está más complicada, debido a problemas de producción, según nos dicen”.

El funcionario adelantó que ahora se está a la espera de la entrega que corresponde al tercer trimestre de este año, que abarca los meses de julio, agosto y septiembre. Según las autoridades de la Secretaría de Salud de la Nación, la distribución de las mismas comenzará la semana que viene.

En tanto, el martes y ayer se desarrolló en Buenos Aires un encuentro con los jefes de los Programas Provinciales de Inmunizaciones (PAI) de todo el país, para actualizar el estado de situación de la provisión de vacunas, coordinar su distribución y trabajar en las estrategias de coberturas, en el que participaron referentes del Ministerio de Salud de Entre Ríos: “Espero reunirme con ellos para conocer las novedades”, expresó Garcilazo.

Posibles efectos

César Etchart es médico pediatra, neonatólogo y especialista en Terapia Intensiva Pediátrica, y años anteriores fue presidente de la filial Río Paraná de la SAP. En base a su amplia experiencia sobre el tema, refirió: “Desde mediados del año pasado la provisión de vacunas desde la Nación ha llegado de forma muy irregular. Incluso las autoridades nacionales avisaron que no iban a proveer las dosis de Menveo que se aplica a los 11 años porque hay faltante, pero el problema no es solo con el envío de esta vacuna”.

“La palabra meningitis asusta mucho y esta vacuna nos protege contra las infecciones de meningococo, de la cual la más grave es la meningitis. Este germen es una bacteria que tiene la característica de ser muy agresivo, y mientras más chiquito sea el o la bebé que se enferma, más riesgo tiene de morir o quedar con secuelas graves”, explicó, y destacó que si bien es una forma de meningitis que es relativamente menos frecuente, a partir del esquema de vacunación implementado desde 2003 en adelante se incluyó en el Calendario Nacional su inmunización, protegiendo a los niños contra esta enfermedad, además de incorporar vacunas contra el neumococo, la haemophilus influenzae y otras bacterias.

“El hecho de que se discontinúe la vacuna o que haya faltantes tiene varios problemas epidemiológicos. Primero en lo individual, ya que el chico queda mal vacunado y por lo tanto mal protegido y susceptible. Pero además en lo colectivo: cuando se hace una vacunación masiva y en tiempo y forma en una comunidad funciona a nivel colectivo como un mecanismo de defensa contra esa bacteria, y eso es aplicable para todos los gérmenes, virus y bacterias. Pero si por ejemplo, de 5.000 chicos quedan 100 sin vacunar, aunque parezca un número poco importante, se quiebra la cadena de defensa desde lo colectivo, ya que son chicos que pueden enfermarse, pueden ser reservorios y hace esto que no se pueda erradicar la enfermedad”, advirtió.

En este marco, también indicó: “Una vacuna que debía colocarse a los 3, 5 y 15 meses, pero se pone más tarde porque no había dosis, disminuye las defensas. Y si ese chico está con un nene que no tiene la vacuna porque no se la pudo aplicar puede pescarse una infección. Es lo que está pasando en el mundo con el sarampión y un poco menos con la rubeola: al haber países del mundo que no vacunan porque consideraron al sarampión una enfermedad erradicada, queda una brecha, y con los movimientos migratorios el sarampión se ha reinstalado. Hasta abril hubo unos 40 muertos en América Latina, algunos en países vecinos como Chile y Brasil”.

El especialista también refirió a los efectos negativos que causa el accionar de los grupos que promueven la no inmunización, y concluyó: “Los pediatras estamos muy preocupados por la discontinuidad en la vacunación, cualquiera sea su causa, porque estamos viendo enfermedades que creíamos erradicadas”.