Se desarrolló este lunes la séptima audiencia en el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú e Islas del Ibicuy, en el juicio oral -no público- que se le sustancia al abogado Gustavo Rivas, imputado por graves delitos contra la intimidad, de acuerdo a la carátula de causa N° J/454 “Rivas Gustavo/ promoción a la corrupción de un menor, promoción a la prostitución de un menor de 18 años de edad reiterada”, señalados en los Artículos 125° y 125° bis del Código Penal.

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El Ministerio Público Fiscal inició de oficio la Investigación Penal Preparatoria (IPP), luego de que la Revista ANÁLISIS publicó el 27 de julio de 2017 una investigación periodística en la que se denunció este perverso accionar contra menores y derribó cuatro décadas de impunidad y rompió “un secreto a voces” que era sostenido en Gualeguaychú de manera generacional durante cuarenta años. En la audiencia de ayer declararon cuatro personas, una de ellas Martín Daneri, un testigo que, por decisión propia desde el inicio de la investigación, afrontó –de manera pedagógica, valiente y preventiva para que otros menores no vivan estos hechos atroces- una actitud pública admirable. Varios testigos se reconocieron en las fotografías y en los videos.

El Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú e Islas del Ibicuy está integrado por Alicia Vivian (como presidenta lleva adelante la dirección del debate), y los vocales Arturo Exequiel Dumón y Mauricio Derudi; mientras que el Ministerio Público Fiscal estará representado por los fiscales Lisandro Béhéran (en su carácter de coordinador general) y Martina Cedrés, quien llevó adelante la Investigación Penal Preparatoria (IPP); mientras que la querella es ejercida por los abogados Alfredo Vitale y Estela Esnaola; en tanto que la defensa de Rivas la ejerce el abogado Raúl Eduardo Jurado.

Hasta el momento –con la de ayer- se han realizado seis audiencias (el 1°, 3 y 4; 8 y 9 de abril), y de acuerdo a las previsiones de la Fiscalía, con la audiencia de mañana, pasado y la del 22 estarían terminando con sus previsiones de testigos; y en consecuencia quedarían el martes 23 y miércoles 24 para los testigos de la defensa; aunque desde el área de Prensa y Comunicación del Superior Tribunal de Justicia (STJ) se aclaró que “el cronograma dependerá de la dinámica del juicio”.

El testimonio de Daneri

Martín Daneri, fue una de las víctimas que denunció al imputado Gustavo Rivas y además de hacerlo en sede judicial dio la cara para contar lo que vivió en esos años. Pese a que pasaron casi 40 años (su caso fue considerado junto con otro prescripto para la Justicia), hoy declaró ante el Tribunal y ratificó lo que ya venía compartiendo cuando era un adolescente y cayó bajo las garras de Rivas.

La declaración de Daneri no ha trascendido por razones obvias al ser este un juicio oral pero no público en resguardo de la dignidad de las víctimas, pero se supo que lo trascendental de la jornada fue el reconocimiento de las personas en videos y fotografías que le fueron secuestrados a Rivas en el allanamiento del 27 de julio de 2017 y cuyas imágenes reflejan extremos actos sexuales.

Daneri ha declarado en varias oportunidades en diversos medios periodísticos, donde recordó detalles escalofriantes de las situaciones por las que atravesó cuando era un adolescente de 15 años.

A continuación, se recuerda lo que expuso en agosto de 2017, cuando declaró ante la Fiscalía y luego ofreció su primera nota periodística a Daniel Enz, conductor en ese entonces del programa de televisión Fuera de Juego (Somos Gualeguaychú) y autor de la investigación de la Revista ANÁLISIS que derivó en esta causa judicial.

“Nos pasaba películas pornográficas en 8 milímetros, hacía que nos excitáramos, nos hacía masturbar en grupo y nos filmaba tanto la cara como el cuerpo entero y hasta el momento de eyacular”, recordó en el programa Fuera de Juego.

En ese marco, Daneri reconoció que en el momento “lo tomábamos como una travesura” y aseguró que Rivas, a quien definió como “un perverso y un enfermo”, jugaba “con la necesidad de los chicos”.

“Es un enfermo, pero también es imputable porque sabía lo que hacía, podía dirigir sus acciones y comprendía la criminalidad del acto. Por eso su modus operandi era ese: atacaba generalmente a una edad en la que uno no es iniciado sexualmente y para un chico todo es novedad. Es una persona muy inteligente con lo cual no deja de ser un tipo enfermo”, afirmó en su momento en el programa Fuera de Juego.

También contó que “la relación comenzó en 1977 cuando Gustavo Rivas era presidente del Club (1976-1982)”. El abogado en ese momento tenía 32 años. “Yo tenía 15 años y pertenecía a un grupo de amigos del Club Neptunia –la mayoría perteneciente al Instituto Pío XII y otros del Colegio Nacional- que formábamos un equipo de vóley. Él se acercaba como lo hacía con muchos grupos de chicos y primero nos invitaba al auto a escuchar música y la primera vez un fin de semana nos llevó a un grupo de siete u ocho chicos a una especie de bulín donde tenía todo acondicionado, con luces de colores y un espejo al costado de una cama grande”, recordó en los inicios de la causa en el mismo programa de televisión.

Y fue aún más explícito: “Nos pasaba películas pornográficas en 8 mm, hacía que nos excitáramos, nos hacía masturbar en grupo y nos filmaba tanto la cara como el cuerpo entero y hasta el momento de eyacular”.

Mencionó lo que significa contar estas situaciones ya que Rivas “era presidente del Club Neptunia y su padre, Pablo Daneri conocido como “Pebete”, fue uno de los fundadores de esa entidad. “Mi exposición pública no es gratis, soy de una familia conocida y tengo una actividad conocida en Gualeguaychú, como es el ajedrez además de ser abogado”, afirmó. Vale recordar que Daneri es un reconocido jugador de ajedrez, campeón entrerriano en varias ocasiones y competidor de prestigiosos torneos internacionales.

Brindando detalles precisos, recordó que “después que tenía las filmaciones y ese conocimiento de las personas elegía a sus favoritos: les prestaba el auto o los llevaba en el famoso barco que tenía. Por suerte yo no fui elegido, o quizás porque era amigo de mi padre y tenía una asidua visita a mi casa por el tema del club. Además de mis experiencias escuché muchísimas otras cosas que pasaban con otros chicos”, agregó en aquellas declaraciones periodísticas de agosto de 2017.

“Nunca lo hablé con mi padre, se hubiese puesto muy mal. Realmente él no sabía y lamento hoy no haberlo hablado con mi hermano mayor que era médico, que tenía la misma edad de Rivas y que lógicamente debió haber sabido. Uno siente una cierta vergüenza y un silencio. Sí lo hablé con los amigos con los que compartí esas experiencias”, afirmó.

“Hubo otros grupos de chicos que sabíamos que estaban filmados. Pasó casi toda la sociedad media que frecuentaba los clubes, y después se sabe que amplió el espectro buscando chicos en otros lados, de clases sociales más bajas y a los que intentaba ayudar económicamente. Nosotros teníamos estudios y no teníamos demasiados problemas, y más allá de alguna ocasión no nos tentó con dinero porque no era algo que tuviéramos como una necesidad. Él captaba las necesidades de cada uno. Y una vez que tenía el paneo del grupo elegía a uno como favorito”, describió.

“A esta altura uno ya no piensa por uno que ya es grande y se puede defender, sino por los sobrinos, los hijos de los amigos, o los alumnos, porque él siguió estando en diferentes instituciones”, fue otra de sus oportunas reflexiones.

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