Informes de Yacyretá y del INA de las últimas horas coincidieron en advertir sobre una perspectiva negativa a mediano plazo en el río Paraná.
 Un alivio transitorio tuvo el nivel del río Paraná

La bajante del río Paraná, extraordinaria e histórica que se registra desde la segunda mitad de 2019, no se modificará en los próximos meses, coincidieron en las últimas horas tanto el Ente Binacional Yacyretá, como el Instituto Nacional del Agua (INA), de acuerdo con los informes a los que accedió UNO.

No solo que ya no habrá una leve mejora, como se podía especular en el inicio del año por la eventual fase neutral de La Niña en la región, sino que no se descarta que la bajante sea aún más grave que la registrada en este tiempo.

Conforme la situación en las cuencas superiores, y las condiciones climáticas, es que se estima que la bajante seguirá durante varios meses más.

Desde fines de diciembre hasta la actualidad se dio un alivio transitorio de los caudales del Paraná en territorio argentino. Sobre la costa de la capital provincial, la altura ayer fue de 1,90 metros; a mediados de febrero llegó a su pico de 3,30 metros, lejos del metro o por debajo de él que se prolongó durante casi todo 2020.

En las últimas semanas comenzó a notarse una reducción de los caudales en toda la cuenca.

Según el INA, “hoy se dan las condiciones para repetir o incluso agravar tal escenario crítico” que se inició en junio de 2019 a partir de la sequía en la cuenca del río Paraguay.

Los tres grandes sistemas fluviales que componen la cuenca del Plata son los ríos Paraná, Uruguay y Paraguay.

“Argentina es país de aguas abajo, es decir que recibe los excedentes de las lluvias que se hayan registrado sobre la mitad norte de la cuenca. El río Paraná constituye el principal sistema hídrico. En 2020 se caracterizó la bajante en estos importantes ríos como extraordinaria. No se había registrado un escenario tan grave en los anteriores 25 años”, y añade: “Hoy, ante la perspectiva actual, la bajante en el río Paraná podría ser tanto o más grave y ya sería tildada como significativa”.

El informe menciona que la sequía y su correlato como bajante en los grandes ríos, obedece principalmente a la persistencia de lluvias inferiores a las normales. “Esta situación, evidenciada desde 2019, no tiene visos de mejora en los próximos meses. Debe considerarse además el efecto complementario y agravante que tiene en ocasión de escenarios críticos los cambios en el uso y en la no conservación de los suelos”.

Plantea también que en lo que respecta al río Paraguay, 2021 será otro año en el que la crecida estacional de la alta cuenca será reducida, de caudales y volúmenes poco significativos. El río Paraguay proporciona un caudal base al río Paraná en territorio argentino, suavizando por lo general las bajantes fluviales.

“Así como en abril y mayo de 2020, este año se volverá a observar probablemente a toda la Cuenca del Plata en sequía generalizada”.

Ante ello, el INA plantea como primera preocupación las tomas de agua para consumo urbano, y también la navegación fluvial de otoño, y las graves consecuencias en la región vinculadas a la afectación de la fauna íctica y la inestabilidad de barrancas y suelos ribereños.

Evaluación

En cuanto al informe de Yacyretá, y las tendencias a mayor plazo, reseña que seguido a un segundo semestre de 2019 caracterizado por precipitaciones inferiores a lo normal en la cuenca del Paraná de aporte a Yacyretá, durante 2020 se acentuó esta tendencia. En términos de caudales, a la altura del Complejo Hidroeléctrico Yacyretá en 2020 se verificó el menor caudal anual desde 1968.

El primer mes de 2021 finalizó con un caudal promedio –en la represa– de 10.700 metros cúbicos por segundo (m3/s), que representan apenas el 66% del caudal medio mensual para enero considerando la serie de referencia 1971/2020, e inferior al 5%.

Febrero comenzó con caudales normales, debido a los incrementos generados por las lluvias de fin de enero, pero su segunda quincena se posicionó con caudales en consonancia con la coyuntura hidrológica general del Paraná. El segundo mes del año promedió los 13.300 m3/s, es decir, un 77% del caudal medio mensual de la serie 1971-2020.

Marzo finalizó con un caudal promedio de 9.400 m3/s, siendo este caudal igual al mínimo registrado para el mismo mes de la serie 1971-2020.

“El escenario climático estacional para el trimestre abril-mayo-junio de 2021, en términos de precipitación media trimestral esperable publicado por el Servicio Meteorológico Nacional prevé un escenario de lluvias por debajo de lo normal para la porción argentina de la cuenca del Paraná de aporte directo a Yacyretá, asegura el informe, que añade que la previsión elaborada por CPTEC-Inmet-Funceme (siglas del instituto meteorológico oficial de Brasil) marca también una tendencia con precipitaciones inferiores a lo normal en la cuenca de aporte a Yacyretá en territorio brasileño.

En Brasil

Al respecto se menciona que los principales reservorios emplazados en la cuenca del río Paraná, en territorio brasileño se encuentran con un almacenamiento ponderado próximo al 44%.

Los embalses inmediatos cuentan con cierta capacidad de almacenamiento frente a eventuales repuntes en sus afluencias. Por su parte, los grandes reservorios de regulación anual situados en la cabecera de la cuenca transitan un período de recarga deficitario.

Con la información disponible hasta la fecha –EBY dio difusión al informe oficial el lunes– no se espera una reversión general de la presente condición hidrológica deficitaria al mediano plazo.