Litotripsia intracoronaria: qué es esta técnica que ya se usa en Bahía Blanca y que salva vidas
En los últimos años, ha surgido una tecnología que ya era aplicada en el área de la Urología y que, actualmente, se utiliza para producir disrupción y ablandar la placa de grasa muy calcificada en las arterias, lo que evita infartos de miocardio y muertes súbitas. Se trata de la litotripsia intracoronaria, utilizada por primera vez en Bahía Blanca, ciudad pionera de esta revolucionaria técnica que salva vidas.
Según explicó Alejandro Álvarez Iorio (M.N. 96.418), jefe médico del servicio de Cardiología Intervencionista de Hemodinamia del Sur y médico pionero en la Argentina en utilizar esta tecnología, la litotripsia intracoronaria consiste en “una consola que emite pulsos eléctricos, que se conecta a un balón de presión que navega a través de las arterias y un catéter hasta llegar al sitio de tratamiento dentro de una de las arterias del corazón”.
Y especificó: “Está preparado con 50% de solución salina y 50% de contraste, en el cual los pulsos eléctricos se transforman en ondas sónicas de choque a nivel de la placa que producen la disrupción del calcio, ablandan la placa dura y la transforman en una placa de grasa complaciente y más blanda que permite el posicionamiento del stent con un implante exitoso”.
En ese sentido, el cardiólogo precisó que eso “permite el éxito del procedimiento y otorga un impacto clínico positivo a largo plazo”. Además, reveló que esta tecnología está disponible en el país desde el año pasado y fue utilizada por él por primera vez en la historia de la Cardiología Intervencionista argentina el 2 de febrero de 2021, en el Hospital Privado del Sur de Bahía Blanca.
Iorio comentó que la usó en un paciente con enfermedad coronaria grave, ya que presentaba un grado severo de calcificación en la principal arteria del corazón. Gracias a la litotripsia coronaria, pudo realizarle con éxito la angioplastia coronaria, con colación de tres stent.
Por qué es tan importante la litotripsia coronaria
La enfermedad aterosclerótica obstructiva de las arterias del corazón (obstrucción por depósito de lípidos o grasa) continúa siendo la causa más frecuente de mortalidad en el ser humano al ser la responsable de infarto agudo de miocardio y muerte súbita.
La aterosclerosis arterial es un proceso que comienza en la segunda década de la vida y está presente en el 50% de las personas entre 20 y 29 años, y en el 80% de las personas de entre 30 y 39 años.
“La calcificación de las arterias enfermas (similar al proceso de osificación de los huesos) es un proceso no lineal y no predecible en el que cristales de calcio se depositan en la pared de las arterias enfermas por aterosclerosis y provocan el endurecimiento y osificación de la placa aterosclerótica”, explicó Iorio.
Y añadió: “Por diversos mecanismos, los pacientes con enfermedad aterosclerótica de las arterias del corazón pueden sufrir infarto agudo de miocardio u otros cuadros agudos de obstrucción coronaria con riesgo de muerte súbita que son tratados con fármacos y, en la mayoría de los casos, con angioplastia con stent farmacológico”, precisó.
El stent, precisó, es un dispositivo que está montado en un balón y tiene el objetivo de “desobstruir la arteria tapada y actuar como andamiaje para mantener en el tiempo la permeabilidad (es decir, la arteria abierta) y para ello es fundamental que tenga una adecuada expansión y aposición a la pared arterial para evitar que el stent no sufra reestenosis (reobstrucción con tejido de cicatrización), trombosis con riesgo de infarto y muerte súbita (formación de coágulo dentro del stent), así como eventos cardiovasculares como infarto, muerte súbita y necesidad de revascularización de la lesión tratada”.
En la mayoría de los casos, señaló, la expansión adecuada y aposición del metal del stent a la pared arterial es posible debido a que las placas de grasa en la pared son blandas (con muchos lípidos) o semiblandas (fibrosas y lipídicas), pero “el 20% de los pacientes sometidos a angioplastia coronaria con stent tienen calcificación importante de las placas ateroscleróticas (el calcio que osifica produce una placa muy dura) y esto puede ser causa de fracaso de la angioplastia”.
“Estamos muy contentos de contar en la Argentina con esta tecnología, cuyo objetivo principal es ayudar a los pacientes al permitir hacer más casos de angioplastia coronaria con éxito, evitando una cirugía a corazón abierto”, expresó el cardiólogo.
Y, por último, concluyó: “Incorporar las nuevas tecnologías al armamentario terapéutico en las salas de cateterismo ha permitido mantener la excelencia en los resultados de los tratamientos, de las angioplastias coronarias, como la posibilidad de tratar a más pacientes evitando la cirugía cardíaca”.