Lo comenzó a hablar con Massa para afrontar la fuerte inflación. Pero continúa privilegiando las paritarias para sus gremios.

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La cúpula de la CGT ya inició conversaciones con el ministro de Economía, Sergio Massa, sobre la posibilidad de decretar el pago de una suma fija pero para sectores de bajos ingresos, frente al implacable avance de la inflación que socava los bolsillos.

La noticia fue confirmada por el titular de UPCN y secretario adjunto de la central obrera, Andrés Rodríguez.

El otorgamiento de la suma fija sigue siendo resistido por los dirigentes cegetistas de los principales sindicatos, pero ahora la central lo avalará, aunque no para sus sindicatos sino para los sectores de menores ingresos o trabajadores en la economía informal.

Este tema generó roces con el kirchnerismo que viene pidiendo ese mecanismo para paliar la pérdida del poder adquisitivo por la inflación, mientras que la considera que desdibuja el rol de los gremios a la hora de discutir las actualizaciones salariales, además de achatar las escalas.

Andrés Rodríguez confirmó en las últimas horas que ante la nueva realidad inflacionaria la CGT mantuvo «conversaciones» con Massa para evaluar la posibilidad de fijar un bono en «actividades que tienen un piso salarial muy bajo y están siendo perjudicadas en sus ingresos».

Y remarcó que en esos casos «la CGT estará de acuerdo» con decretar «una cifra que coloque el piso salarial en una situación mejorada», poniendo como ejemplo la situación compleja de los municipales en distintos distritos del país.

En declaraciones radiales, el estatal explicó además los motivos de la negativa de la central sindical al pago de una suma fija generalizada y por decreto. «Hay que aclarar bien las cosas: la suma fija fue lanzada el año pasado por algunos realmente como un perjuicio para las paritarias, porque se determinaba una suma fija generalizada para todos los trabajadores por decreto, lo cual indica que por un lado achata las categorizaciones y, por otro lado, le quita a los gremios la capacidad negocial que tienen a través de las convenciones colectivas», argumentó.

Sin embargo admitió que la situación económica actual, con una suba de precios a punto de desmadrarse, amerita la discusión de una suma fija para determinados sectores, abriendo las puertas a una negociación al respecto con el Gobierno nacional.

En paralelo a las declaraciones de Rodríguez, el ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires y sindicalista alineado con el kirchnerismo, Walter Correa, también expresó su apoyo a la idea de que se otorgue una suma fija.

Ese sector político lo viene pidiendo hace tiempo -Máximo Kirchner lo volvió a plantear en el reciente acto que encabezó en La Matanza- frente a la resistencia de la CGT, que ahora lo avalaría, pero no para sus organizaciones.