La hacienda representó el 50% del valor final de la carne en enero. Esta participación se ubica 3 puntos porcentuales por debajo de la media observada durante los últimos 8 años (53%, período 2008-2015), según un análisis elaborado por el IERAL, instituto de investigaciones económicas de la Fundación Mediterránea, en base a valores del Mercado de Liniers y, con respecto a los que paga el consumidor, de acuerdo con los datos IPCVA.
Así, en medio de la controversia por los precios de la carne, el estudio detalla que el otro 50% del valor de la carne representó la participación conjunta de los servicios de faena, transporte y comercialización, y la del Estado (tres niveles) a partir de los impuestos que aplicó sobre estas actividades.
Durante 2008 y 2009, la incidencia de la hacienda estuvo en sus mínimos, por debajo del 45% durante muchos meses, influida por la gran liquidación de animales que produjo la política intervencionista del Gobierno anterior, según recuerda el trabajo elaborado por los investigadores Juan Manuel Garzón y Nicolas Torre. Por el contrario, la incidencia estuvo por encima del 60% durante varios meses de los años 2010 y 2011, en plena fase de retención de vientres y escasez de animales para faena.
«El aumento de precios de la carne observado entre enero 2015 y enero 2016 (50,3%), supera al aumento del precio de la hacienda (46,7%), al aumento del nivel general de precios (31%-34% según fuentes estadísticas provinciales y estimaciones propias) y al aumento de los salarios de actividades vinculadas a la industria frigorífica y al comercio minorista de carnes (30%-32%, según serie de salarios Ministerio de Trabajo y estimaciones propias)», diferencia.
Es por eso que señalan que el aumento observado en los precios minoristas de la carne, y por ende de participación de los servicios de faena, transporte y comercialización, luce excesivo considerando lo sucedido tanto con el precio de la hacienda como con los otros precios de la economía. «Debe advertirse también que la suba de tarifas de servicios públicos y la mayor inflación de los últimos meses tendrá seguramente impacto sobre el poder de compra de amplios segmentos de consumidores, en particular del gran centro de consumo que representa el Área Metropolitana de Buenos Aires, generando más presión aún para el reacomodamiento de precios de la carne», señalan desde el IERAL.
Fuente: Ámbito Financiero