La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra) señaló que el consumo de carne vacuna por habitante entre enero y marzo de 2016 fue de 55,9 kilos, una cifra 5,9% menor a la de igual período de 2015 y la segunda más baja en diez años.

En su informe de coyuntura, Ciccra dejó entrever el impacto de la inflación en góndola y destacó que el precio promedio para el consumidor final mostró en marzo un aumento del orden del 44%, aunque aclaró que se trata del tercer mes consecutivo en proceso de desaceleración, tras la apertura del cepo cambiario y la quita de las retenciones aplicados en diciembre por el Gobierno, cuando el producto tocó los valores más altos y generó polémica en toda la sociedad.

Menos producción

En lo que va del año se produjeron 640 mil toneladas de carne res con hueso, lo que significa un descenso del orden del 5,7% interanual. Esto se explica por el menor volumen de animales faenados, que resultó de 2,87 millones de cabezas, 166.100 por debajo del año anterior. «Puesto en una perspectiva histórica, la performance sectorial fue más débil aún», dijo la entidad que conduce Miguel Schiariti, ya que en los últimos 37 años, la faena del primer trimestre de 2016 ocupó el puesto 31, y quedó 9,8% por debajo del promedio del mismo período para el ciclo 1980-2015, según consignó el diario El Economista.

«La caída de la faena y en particular de la de hembras ratifica que el productor ganadero ha decidido continuar con la retención de vientres iniciada hace trece meses, una fase que sólo se vio superada en intensidad por la registrada a comienzos de 2011 y de 2012», señala el informe. Las hembras son la variable de ajuste que sostiene o incrementa el rodeo, por lo que su medición es fundamental para el sector cárnico. En marzo, se registró una participación del 41,3%, lo que representa una baja de 0,8 puntos porcentuales en relación al mismo mes del año pasado.

Pocos envíos pero buenas perspectivas

Pese a que el consumo interno se achicó, las exportaciones no crecieron como se esperaba luego de que el Gobierno eliminara los impuestos y restricciones que regían para la comercialización de carne bovina en el exterior. De esta manera, se colocaron 41.600 toneladas, lo que marcó una baja del 14,8% interanual en las ventas.

«Del total producido, el 93,5% se habría enviado al mercado local. En relación a un año atrás, este volumen resultó 5% menor. En términos absolutos, el abastecimiento del mercado interno se contrajo en 31,3 mil toneladas res carne con hueso, lo cual explica el 81,3% de la baja de la producción total entre los primeros trimestres de 2015 y de 2016», explica el informe.

Sin embargo, frente a este panorama, la Cámara aseguró que «el humor y las expectativas tanto de los productores como de los industriales (sobre todo los de exportación) se mantienen firmes, dado que imaginan que de sostenerse las actuales variables macroeconómicas el año próximo comenzará a verse el crecimiento del sector en su conjunto».