Un pescador de 41 años falleció en Diamante después de haber contraído el virus de hantavirus. La noticia trascendió este viernes en el transcurso de una charla sobre prevención de la enfermad para trabajadores rurales y de la costa, organizada en esta ciudad por el Ministerio de Salud de Entre Ríos.hantavirus

 

La jornada tuvo lugar en el Centre Integrado Comunitario (CIC) y contó con la presencia de destacados especialistas, como la bióloga e investigadora del Centro de Investigaciones del Conicet local, Malena Maroli; y el epidemiólogo y jefe del programa Zoonosis y Vectores del Ministerio de Salud de Entre Ríos, Jerónimo Garcilazo Amatti.

En ese marco, se conoció que un trabajador del río, de 41 años, murió hace pocos días en esta ciudad, víctima del hantavirus. En la charla se encontraba presente un pequeño grupo pescadores, algunos de los cuales habían sido sus compañeros de labores, e incluso estuvieron juntos en el lugar donde presuntamente éste contrajo la enfermedad que le costó la vida.

Según contaron, estuvieron trabajando en una isla próxima a esta ciudad, donde pernoctaron en una carpa que hacía mucho tiempo que no se abría. Al parecer, en el interior de la carpa habrían restos de orina o materia fecal del ratón silvestre que transmite el virus y que contaminan el ambiente. El pescador habría inhalado el aire malasano y al tener presumiblemente su sistema inmunológico deprimido, la enfermedad lo afectó de manera letal.

Sin embargo, y aunque la charla estuvo destinada de manera particular a los trabajadores rurales y de la zona costera, fueron solo cuatro los pescadores que participaron. Por esa razón, los organizadores adelantaron que a la brevedad brindarán otra charla similar en el Centro de Salud de Puerto Viejo adonde esperan contar con más asistentes.

Los especialistas destacaron que el principal vector del hantavirus es un virus que produce una enfermedad aguda viral grave.
Es transmitido por diversas especies de ratones cuya característica es la de tener la cola muy larga, por lo que la gente suele confundirlo como si se tratase de una única especie y se lo conoce vulgarmente como “colilargo”.

Abundan en la zona de islas y suele vérselo con mayor frecuencia en derredor casas y ranchadas cuando se producen las crecidas del Paraná.

Los ratones silvestres eliminan el virus por la saliva, las heces y la orina y lo pueden transmitir a las personas.

¿Cómo se transmite?

El virus se puede adquirir por cuatro vías:

-Inhalación: al respirar el virus que desprenden las heces o la orina de los roedores infectados, tanto en lugares abiertos o como cerrados (galpones, huertas, pastizales). Esta es la causa más frecuente.

-Contacto directo: al tocar roedores infectados (vivos o muertos), o al tocar las heces u orina de estos.

-Mordeduras: al ser mordidos por roedores infectados.

-Vía interhumana: entre personas a través del contacto estrecho con una persona infectada durante los primeros días de los síntomas.

¿Cuáles son los síntomas?

-Se parecen a un estado gripal. Pueden incluir: fiebre, dolores musculares, escalofríos, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea. En general no presentan congestión nasal o resfrío.

Luego de algunos días puede aparecer dificultad para respirar que puede agravarse produciendo lo que se conoce como “síndrome cardiopulmonar por hantavirus”: un cuadro grave en el que la persona no puede respirar y comienza con falla cardíaca y presión muy baja. Si la persona no es tratada a tiempo puede generar complicaciones e incluso la muerte.

¿Cómo es el tratamiento?

No existe un tratamiento específico. Las personas con síndrome cardiopulmonar por hantavirus deben ser asistidos en establecimientos hospitalarios, de preferencia con unidades de terapia intensiva que cuenten con asistencia respiratoria mecánica.

¿Cómo puede prevenirse?

-Evitar la convivencia con roedores y el contacto con sus secreciones.

-Evitar que los roedores entren o hagan nidos en las viviendas.

-Si realizan actividades recreacionales usar calzado cerrado y circular sólo por sendas habilitadas.

-Tapar orificios en puertas, paredes y cañerías.

-Realizar la limpieza (pisos, paredes, puertas, mesas, cajones y alacenas) con una parte de lavandina cada nueve de agua (dejar 30 minutos y luego enjuagar). Humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo.

-En zonas rurales, colocar las huertas y almacenar la leña a más de 30m de las viviendas, cortar pastos y malezas hasta un radio de 30m alrededor del domicilio.

-Ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a lugares que hayan estado cerrados (viviendas, galpones) y cubrirse la boca y la nariz con un barbijo o un pañuelo doble antes de ingresar.

-Lavarse las manos con agua y jabón al finalizar estas tareas.

-Al acampar, hacerlo lejos de maleza y basurales, no dormir directamente sobre el suelo y consumir agua potable.

-Si se encuentra un roedor vivo: usar veneno para roedores o tramperas para capturarlo (no intentar tocarlo o golpearlo).

-Si se encuentra un roedor muerto: rociarlo con lavandina junto con todo lo que haya podido estar en contacto y esperar un mínimo de 30 minutos. Luego recogerlo usando guantes y enterrarlo a más de 30 cm de profundidad o quemarlo.

Importante

Las personas que presenten síntomas de la enfermedad deben concurrir rápidamente a un establecimiento de salud para la consulta y evitar el contacto estrecho con otras personas.

Recomendaciones a pescadores

-Consumir solo agua segura. En caso de sospechar impurezas en el agua de consumo potabilizarla: hervir durante 5 minutos antes de consumirla o añadir 2 gotas de lavandina por litro de agua, o utilizar pastillas potabilizadoras.
-Mantener la comida en evases herméticamente cerrados.

-Limpiar con agua y lavandina el piso de las carpas antes de guardarlas.

-Jamás barrer en seco el polvillo para evitar pulverizar o “aerosolizar” los eventuales restos de heces y orina de los ratones silvestres que puedan haber ingresado sin que lo sepamos.

-Evitar que los niños tomen contacto con las aguas del río, aguas estancadas o zonas húmedas como el barro.

-Evitar pescar en zonas de riesgo (aguas estancadas, contaminadas y/o con alta población de roedores).

-No permitir que los niños manipulen roedores muertos.

-Estar alerta y consultar en forma inmediata al médico en caso de presentar: fiebre, dolores musculares (mialgias), diarrea, vómitos, erupciones en la piel, síntomas respiratorios, picaduras de insectos -arácnidos- ofidios o contactos con roedores.

-Ante la presencia de un caso sospechoso notificar de forma inmediata al referente del Nodo Epidemiológico, o a la Dirección de Epidemiología (Teléfonos: 0343 4209652 / 4840521).

Fuente:

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