El pasado sábado 14 de marzo, un grupo de vecinos que se acercó hasta las instalaciones donde se encuentra montada la perrera municipal, fueron testigos del estado de abandono y las pésimas condiciones de salubridad en las que se encuentran las instalaciones dedicadas al encierro de animales callejeros.
La crudeza de las imágenes recogidas demuestra la ausencia de humanidad y respeto por la vida de los animales encerrados en el lugar, sobrecogiendo a los vecinos que se acercaron, para encontrarse con “perros sin agua ni comida, que se estaban comiendo su propio excremento; apreciándose además un perro muerto desde hacía varios días”, indicaron por mensaje de facebook, adjuntando las fotos del lugar.