La Prof. Susana Moutounet, Supervisora de Nivel Secundario en el Departamento Victoria, explicó que cada vez que toma conocimiento de un caso de bullying o violencia acompaña las intervenciones de los distintos actores. Si bien carece de datos estadísticos, en lo que va del año recuerda haber intervenido en 10 o 12 casos, a los que se suman los que se producen dentro del ámbito escolar y se resuelven en forma interna a través de los Acuerdos de Convivencia, sin que lleguen a conocimiento de la superioridad.

”La Supervisión interviene cuando se producen hechos graves o muy graves”. Explicó que estos Acuerdos se elaboran entre todos los integrantes de la comunidad educativa y son firmados por todas las partes, establece normas de convivencia para que los conflictos se resuelvan  esencialmente en el marco de una mediación entre partes.

Además de los casos frecuentes que se producen entre alumnos y no pasan a mayores, se ha encontrado con casos en que los conflictos se producen entre docentes y alumnos y viceversa. En este caso existe una normativa N° 2274/10 (CGE) que establece procesos administrativos que se deben realizar para investigar y después tomar una resolución al respecto. “Esto permite determinar si hay una conducta reprochable del docente y, de ser pasible de sanción, cuál es la que corresponde de acuerdo con lo que determina el Estatuto del Docente”. señaló. Implica apercibimiento, amonestaciones, y en casos graves información sumaria en el ámbito del Consejo General de Educación (CGE).

Con respecto a las causas que originan este tipo de situaciones, son habituales las peleas entre alumnos, que se producen dentro o fuera de la escuela. “Me he encontrado con falta de respeto de alumnos a docentes de tipo verbal, con mucha agresión, un caso de una alumna que le pega una palmada a un docente mientras la filmaban con el celular. Lo hacen como gracia, pero para la escuela es una agresión”.

Moutounet también tuvo denuncias de casos en que docentes, con gritos o amenazas agreden al alumno, y uno que fue más grave, que le dio una bofetada.

Ante estos casos entre docentes, directivos y padres se tratan de abordar la mayoría de las situaciones, en general con resultados favorables. “La familia colabora en la mayoría de los casos. Esto ocurrió cuando alumnos irrumpieron en la escuela agotando en el lugar el contenido de los matafuegos. Los padres estaban muy consternados”, remarcó. Hubo medidas reparadoras, en especial una referida a la presencia de los alumnos en la escuela, a las 6 de la mañana, para realizar tareas de limpieza.

“Hay situaciones de bullying sin distinción en  más o menos graves”. Agregó que desde cada sector se deben cortar estas cuestiones y en muchos casos después de una reunión conjunta entre padres y alumnos -según su experiencia– se logran cambios positivos. “Pero de deben resolver los problemas, no meterlos debajo de la alfombra sino sacarlos a la luz”, porque cuando se deja pasar el problema y no se resuelve, el tiempo lo agudiza.

Finalmente planteó que ante este fenómeno la escuela sola no puede, ni siquiera dando intervención a la supervisión, deben estar padres alumnos y directivos.

 

Fuente: Paralelo32.com