La Justicia abrirá las puertas para resolver en un día inhábil. La prisión fue dictada a pedido del querellante Navarro, que representa a tres de las cuatro víctimas que denunciaron al cura, pedido al que adhirieron el fiscal Federico Uriburu y el defensor oficial Oscar Rossi.

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No duró un día el cura Juan Diego Escobar Gaviria tras los barrotes de la Unidad Penal Nº 5 de Victoria y ya sus defensores presentaron la apelación a la resolución adoptada el viernes por el juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, que le dictó prisión preventiva por 20 días.

Los abogados Milton Urrutia y Juan Pablo Temón ya recurrieron esa medida del magistrado, y acudieron ante el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú, que decidió abrir este domingo para celebrar la audiencia, día inhábil en la Justicia. Allí acudirán todas las partes: además de los representantes legales del cura, el querellante, Mariano Navaro, y el fiscal Federico Uriburu.

La prisión fue dictada a pedido del querellante Navarro, que representa a tres de las cuatro víctimas que denunciaron al cura, pedido al que adhirieron el fiscal Federico Uriburu y el defensor oficial Oscar Rossi.

Navarro solicitó una preventiva por 60 días, en tanto que el fiscal Uriburu reclamó que se le aplicara la incomunicación al cura. Pero el juez Gustavo Acosta, titular del Juzgado de Garantías de Nogoyá, sólo accedió a una prisión preventiva de 20 días, aunque manteniendo la comunicación del sacerdote.

En su resolución, el juez Acosta ordenó “la prisión preventiva del imputado Juan Diego Escobar Gaviria (…) por el término de veinte días (…) quedando el mismo alojado en dependencias de la Unidad Penal Nº 5 de la ciudad de Victoria, en calidad de comunicado, en orden a los delitos Corrupción Agravada de menores en concurso real con Abuso Sexual”.

Estrategia

La audiencia de hoy será a las 18, ante el juez Arturo Exequiel Dumón, el mismo magistrado que en noviembre último revocó la primera prisión preventiva por 20 días que le impusieron a Escobar Gaviria. El cura estuvo en la cárcel de Victoria desde el jueves 3 hasta el jueves 10 de noviembre, al inicio de la investigación penal. Luego, gozó de libertad restringida, hasta principios de este año, recordó El Diario.

El abogado Mariano Navarro está confiado en que el tribunal de alzada de Gualeguaychú confirmará la medida adoptada por el juez Acosta. “La estrategia va a ser la misma que mantuvimos en el Juzgado de Garantías de Nogoyá. Nosotros hemos dicho que el cura debe estar en prisión, porque hay riesgo procesal teniéndolo libre. Vemos que hay presión a testigos y victimas a través de terceras personas. Escobar Gaviria ha seguido comunicándose con las víctimas aún después de la denuncia presentada en la Justicia”, planteó el letrado.

“Espero que en Gualeguaychú comprendan el porqué de nuestro planteo: entendemos que Escobar Gaviria debe seguir en prisión. Entendemos que estamos muy cerca del juicio oral, que puede derivar en una condena muy fuerte, de entre 10 y 45 años de prisión, y el riesgo procesal es muy alto. Se trata de una persona de nacionalidad colombiana, que no tiene arraigo ni familiares en el país. El riesgo de fuga está, por eso pretendemos que siga en prisión”, aseguró. Navarro representa a tres de las cuatro víctimas que han denunciado a Escobar Gaviria en los Tribuanles de Nogoyá.

Allí, la investigación penal preparatoria está en manos de los fiscales Federico Uriburu y Rodrigo Molina quien, según dijeron, ya tienen preparado el escrito petición de elevación a juicio de la causa.

El caso

La causa penal contra el cura Escobar Gaviria empezó cuando un nene de 11 años quebró el manto de silencio y contó de los abusos del cura.

R, exmonaguillo de la Parroquia San Lucas Evangelista, de Lucas González, donde estuvo Escobar Gaviria entre 2005 y finales de octubre de 2016, estaba en un campamento escolar. En ese campamento se planteó una tarea: los chicos participantes debían hacer un pedido de disculpas por algo que habían hecho mal.

R, alumnos del Colegio Castro Barros San José, contó de qué modo el cura lo había sometido a situaciones de abuso. La maestra se lo contó a la directora del Colegio Castro Barros, Marta Carrizo; ésta, a la superiora de la congregación Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas, Marta Jacob, que reside en Córdoba, y juntas se presentaron ante el defensor oficial, Oscar Rossi.

Lo que siguió fue la intervención del arzobispo, Juan Alberto Puiggari, que el 27 de octubre dispuso apartar a Escobar Gaviria de la Parroquia San Lucas Evangelista, y sacarlo de Lucas González. Además, le prohibió oficiar misas en público. Puiggari emitió un pronunciamiento eclesiástico, que se conoció el 31 de octubre. Dijo: “Apenas se conocieron dichas versiones (en relación a la denuncia de las monjas), el pasado 27 de octubre, el arzobispo dio indicaciones para que den inicio las investigaciones preliminares, según lo expresa el Código de Derecho Canónico en el canon nº 1717, reguladas por las normas de Gravioribus Delictis”.

“Como medida cautelar, el sacerdote involucrado, fue separado en esa fecha de la atención pastoral de la comunidad y se le ha impedido el ejercicio público del ministerio, según lo determina el Derecho Canónico, hasta que el proceso investigatorio culmine”, señaló la curia.

Después de salir de Lucas González, por orden de Puiggari, Escobar Gaviria cumplió un derrotero de prófugo de la Justicia. Desde el jueves 27 de octubre hasta el martes 1º de noviembre, que se supo que Escobar Gaviria estaba recluido en la Casa Padre Lamy, de Oro Verde, su paradero fue desconocido. La curia se negó a informar, aunque admitió que no había salido de la provincia. El martes por la tarde, el fiscal Federico Uriburu recibió un correo electrónico del Arzobispado de Paraná, en el que le indicaron el lugar donde estaba el sacerdote.

Era tarde

El juez Acosta había firmado una orden de captura, y tras la presentación del cura en la Jefatura de Policía de Nogoyá, aquel martes 1º de noviembre, dispuso la prisión preventiva por 20 días y lo mandó a la cárcel de Victoria. Pero ahí estuvo apenas una semana, hasta que fue liberado. Ahora, los defensores del cura esperan que ocurra lo mismo: que el tribunal de alzada de Gualeguaychú revoque la prisión, y que Escobar Gaviria recupere la libertad.

¿Otra causa?

El abogado querellante Mariano Navarro pretende demandar al abogado Milton Urrutia por los conceptos que emitió respecto de su persona durante una entrevista que concedió ayer a FM Sensaciones, de Lucas González.

El letrado viajó desde Nogoyá, donde reside, hasta Lucas González, a conseguir la grabación de la hora aproximada de entrevista, y de allí piensa sacar argumentos para rebatir la pretensión de los defensores del cura Juan Diego Escobar Gaviria, Milton Urrutia y Juan Pablo Temón.

Pero, además, Navarro hizo notar que durante la entrevista Urrutia habría hablado de algunas víctimas poniéndolos en evidencia y descreyendo de su denuncia.

Pero Urrutia negó los cargos que menciona Navarro. “No hay ninguna injuria. Pero, además, tiene que saber el querellante que el delito por calumnias e injurias ya no está en el Código Penal. Confío en que el juez Dumón lo resuelva según lo que pedimos”, señaló.

Además, Urrutia reprochó los términos que habría utilizado el querellante Navarro para referirse al cura Escobar Gaviria. “Lo llamó `colombiano´. Y eso no se hace. Lo discriminó. Mañana (por hoy) voy a presentar una batería de pruebas para volver atrás con todo esto”, prometió.

Fuente: Análisis Digital