drama de las inundaciones no cede en la provincia de Buenos Aires. Luego de que el gobernador Daniel Scioli se vea obligado a declarar la emergencia hídrica por la cantidad de distritos anegados luego de las intensas lluvias de principio de mes, una crecida del río Salado mantiene en alerta a varias de las localidades ubicadas en su extensa cuenca.

El nivel del agua ha aumentado en los últimos días y se espera un pico que se daría entre el domingo y el lunes. Por lo pronto, un operativo de emergencia montado entre autoridades nacionales, bonaerenses y municipios trabaja en tareas de prevención y asistencia.

El titular de la Dirección de Defensa Civil provincial, Luciano Timerman, dijo que se trata de una «crecida histórica» e indicó que ya se evacuaron a los vecinos que habitan en las zonas rurales que pudieran verse afectadas por la crecida de la cuenca. El funcionario afirmó que, en principio, los cascos urbanos no están en riesgo.

«El agua viene bajando (desde Luján) por el Río Salado pasando por Ruta 3 y la zona de Belgrano y Roque Pérez, en dirección a Lezama, Chascomús, Castelli y Dolores», detalló. Y contó que se está trabajando con personal de Defensa Civil, Bomberos, la Policía Bonaerense, Gendarmería, Vialidad provincial y nacional y la secretaría de Medio Ambiente de Nación».

«En los municipios afectados por el agua, como el caso de Villa Nueva, donde el agua bloqueó el ingreso hacia Ranchos, estamos asistiendo con alimentos y garrafas», detalló.