El gobierno de la Provincia de Buenos Aires decidió finalmente suspender, al menos hasta el 2016, la aplicación de una polémica medida que pretendía debitar automáticamente las deudas impositivas a través de las cuentas bancarias de los clientes, las tarjetas de crédito, o que aparecieran dentro de los pagos a empresas de servicios, como las aseguradoras.

Se trata de una resolución de la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA) que entraba en vigencia en 10 días y buscaba computar compulsivamente un plan de «facilidades de pago» para aquellos que registran deudas del impuesto inmobiliario y patente automotor. La iniciativa causó revuelo en el sector financiero y prendió las alarmas en banqueros y contadores, por lo que el gobernador, Daniel Scioli, tuvo que postergar su aplicación hasta el próximo año.
La normativa precisó que la nómina de los contribuyentes del listado «será puesta a disposición de los interesados para su consulta, a través del sitio oficial» de ARBA. De esta manera, sólo quien revisara constantemente la página web del ente recaudador podría tomar conocimiento de que fue incorporado al plan de pago para los deudores, y de ese modo iniciar el trámite para solicitar su baja.
«Se trataba de un plan compulsivo de pagos a deudores, de facilidades no tenía nada y para enmarcarlo legalmente involucraban a terceros como agentes de retención», explicó a Clarín, Daniel Lejtman, asociado en el estudio Lisicki, Litvin & Asociados. «La agencia de recaudación está, en definitiva, trasladando la ineficiencia de su gestión de cobro a terceros que interactúan con los contribuyentes en el manejo de sus finanzas, o prestando servicios a los cuales agregan el cargo correspondiente a la percepción de los gravámenes provinciales adeudados», añadió el especialista.
Desde ARBA explicaron que no alcanzaron los tiempos de adecuación de los sistemas y ratificaron que la resolución Nº 016/15 «no se anula, sino que se posterga». Además, adelantaron que en los próximos días se comunicará una nueva resolución.