Los hábitos y las decisiones de los argentinos sobre sus vacaciones en los meses de alta temporada han cambiado. Lejos quedaron los tiempos en donde en el trabajo o en las rutinas familiares todo se programaba por mes. Y hasta había bandos identificados: los que veraneaban en enero, los de febrero y el grupo de rezagados de marzo.

Los tiempos contemporáneos proponen tiempos más cortos e intermitentes para descansar. Algo que en el caso argentino se vio estimulado por la «lista sábana» de feriados que acompaña el calendario tradicional en los últimos años.

La consultora especializada Trabajando.com Argentina en su último estudio estimó que el 75% de los argentinos no se tomarán vacaciones en los meses tradicionales de verano, enero y febrero. Y sí lo harán bajo el formato de escapadas, ya que lo reconocen como más barato e interesante.

Pablo Molouny, gerente general de Trabajando.com Argentina dice: «Definitivamente los fines de semana largos impactaron directamente en el cambio de los hábitos de descanso de los argentinos y sobre todo en cómo planificar las vacaciones».

«También existe un impacto económico, resulta más barato hacer  una escapada corta de cuatro días de vacaciones con la familia que sostener quince días», señala Molouny.

En el estudio de Trabajando.com Argentina participaron 2667 personas de las cuales el 63% eran mujeres y el resto hombres, la gran mayoría universitarios y una minoría con masters y doctorados.

En general, el razonamiento de los consultados fue evitar las vacaciones en temporada tradicional, sabiendo que se la pueden tomar en otro momento, dejando las escapadas intermitentes durante el año como nuevo formato favorito para el período de descanso.

Ante la pregunta: ¿tomarás vacaciones durante enero y febrero? el 75% de los encuestados contestó No;  y el 25% restante dijo Sí.

Quedarse en casa

¿Qué hacemos cuando nos quedamos en casa? Cuando los argentinos se quedan en sus hogares en vez de salir de vacaciones,  el 37% elige usar internet y redes sociales, mientras otro 27% prefiere mirar televisión. Leer es la actividad seleccionada por el 13% -donde se destacan los hogares de más altos recursos y los más adultos- , y un 9% opta por escuchar radio, detalla un estudio reciente de Kantar Worldpanel

«Si analizamos la conducta de acuerdo a los diferentes niveles sociales, los bajos viajan menos y aprovechan más para visitar familiares y amigos, mientras los del nivel alto y medio alto se destacan versus el promedio por viajar por un lapso de tiempo mayor», explica Renata Segovia, ejecutiva de cuentas de Kantar Worldpanel y agrega «Considerando el comportamiento de los más jóvenes, prefieren viajes cortos o salidas, siendo estas las opciones que sobresalen».

Prohibido desconectarse

Los nuevos hábitos que plantea la tecnología también produjeron cambios en la manera de vacacionar.

«El hecho de no desconectarse altera el descanso. Según nuestro estudio sólo el 27% apaga el celular. Los dispositivos nos hacen más esclavos.   Llevar el celular siempre prendido y los smartphones que permiten acceder y chequear mails las 24 horas.  Ahora el esfuerzo hay que ponerlo en cómo hacer para desconectarse», dice Molouny de Trabajando.com Argentina.

Y agrega: «La falta de descanso influye directamente en el estado de salud, perjudica las relaciones interpersonales, la capacidad cognitiva y las defensas del sistema inmunológico. Por eso es importante desconectarse de la rutina diaria, recuperarse de los excesos, compartir con la familia, hacer deporte o salir de paseo, pero en especial dedicar mayor tiempo para dormir.»

Para aquellos trabajólicos que no logran desconectarse  del trabajo, corren el riesgo de disminuir sus habilidades cognitivas, aumentar el estrés y hasta ver afectada su capacidad de concentración.