Muchos viven estas fiestas de forma diferente, esta quien adorna cada rincón de su casa y le pone colores y fantasía a todo a su paso,  para otros es en cambio un tiempo de tristezas y melancolía, quizás porque se ha perdido el verdadero significado de la navidad, suelen decir  que tienen muchos problemas para ponerse a festejar, pero ¿acaso María, José y Jesús no tenían también un gran problema? Muchos dicen que no están en su mejor momento económico ¿olvidan que el santo niño debió nacer en un humilde pesebre? Alegan que no están con las personas que quisieran estar, pero ¿a cuántos seres queridos habrán debido dejar atrás aquellos padres para salvar su niño? …sobre todas las cosas se olvidan que la navidad es un nacimiento y representa justamente el inicio de cosas nuevas, el valor de enfrentar los problemas en pos del amor, el coraje de la lucha y el saber que se puede estar en un pesebre y así y todo ser el rey de reyes. Porque la felicidad no depende de un golpe de suerte, porque siempre habrán pruebas que superar, porque a la larga siempre el amor triunfa, porque está en nosotros cruzarnos de brazos y resignarnos a lo que parece establecido o hacer algo por cambiarlo, porque la navidad no depende de cuan voluminoso sea tu árbol ni cuantos regalos pongas en él, no consiste en los banquetes ni en las bebidas que se sirvan sobre la mesa, sino muy por el contrario de lo que tengamos en nuestro corazón, como dije la felicidad no depende de cuánto tengas sino de la perspectiva en que enfoques tu vida. Festejemos en plenitud el cumpleaños de cristo, preparale una gran fiesta con lo poco o mucho que tengas, con una multitud de amigos o a solas con él, pero invítalo a tu hogar, abrile tus puertas… Tiene un millón de rosas para darte, solo espera que prepares tu jardín.

Hernan Real