Por estos días el paisaje ribereño ha adquirido un especial colorido y movimiento. Gente en las playas, caminando en la costanera, haciendo deportes. Gente en los bancos de arena, que se han convertido en playas de privilegio para los amantes del sol. Y todo tipo de embarcaciones dando el marco ideal a la ciudad que lleva el nombre de su río. 


Desde Prefectura, admiten que se está produciendo un leve crecimiento del río por las lluvias que se están dando en el norte. 
Hacia los bancos de arena cruzan embarcaciones particulares, lanchas, canoas, piraguas, en las cuales Prefectura realiza controles de rutina. 
Desde el 15 de diciembre Prefectura viene desarrollando el operativo Río y Sol. 
El operativo consiste en reforzar la habitual actividad que desarrolla el cuerpo. Se incrementa el número de patrullajes, con más frecuencia, más medios y más personal. “Esto se hace con la finalidad de dar respuesta preventiva al aumento de la actividad recreativa y de placer en playas, balnearios y costas del río Paraná”, aclaran desde Prefectura. 
Para cualquier paranaense o turista que quiere disfrutar de ese hermoso patrimonio natural que es el río, existe una serie de medidas a tener en cuenta para que el disfrute sea completo. Las recomendaciones son sencillas, fáciles de entender y en algunos casos sólo requieren de sentido común, tales como llevar chalecos salvavidas o avisar a familiares y amigos el itinerario previsto y el horario de llegada estimado. 
Son medidas que tienen que ver con la seguridad y los buenos hábitos. Entre las medidas para los bañistas, se cuentan: 
-Concurrir a balnearios habilitados y con guardavidas. 
– Respetar los carteles de seguridad e indicadores de peligro. 
– Extremar las medidas de seguridad con niños. 
– No permitir el ingreso al agua de los niños, sin el acompañamiento de un adulto. 
– Respetar las indicaciones de los guardavidas. 
– No ingresar al agua después de comer. 
– Respetar el boyado de seguridad. 
Del mismo modo, existe una serie de recomendaciones para los navegantes, tendientes a minimizar riesgos: 
– Efectuar el despacho de la embarcación ante el club náutico correspondiente o la Prefectura Naval Argentina. 
-Antes de zarpar, avisar al club, guardería, familiar o dependencia jurisdiccional de la Prefectura, destino de navegación, itinerario, fecha y hora aproximada de regreso. 
– Respetar las zonas de privilegio para la práctica de las diferentes disciplinas náutico deportivas, navegando a una velocidad mínima compatible con la maniobra. 
-Contar a bordo con chalecos salvavidas suficientes para la totalidad de la tripulación. 
-Los menores de edad siempre deben llevar el chaleco colocado. 
-En moto de agua y jet ski, el uso del chaleco debe ser permanente. 
– Tener en cuenta que los elementos de seguridad fueron establecidos a través de experiencia mundial y en alguna situación determinada hasta los considerados los más elementales o superfluos, pueden llegar a salvar vidas o evitar momentos de riesgo. 
– Verificar fecha de vencimiento y carga de matafuegos. 
– Evitar navegar en condiciones de escasa visibilidad. 
– La habilitación náutica certifica los conocimientos básicos por categoría y es determinante al establecer responsabilidades penales o civiles. Asegurarse de mantenerla vigente, de conducir dentro de las limitaciones que la categoría fija, no permitir que conduzcan la embarcación personas sin la correspondiente habilitación, mucho menos menores de edad. 
– Investigar y complementar sus conocimientos marineros, de balizamiento y meteorología, tener presente que el río es un medio que puede convertir súbitamente una jornada placentera en una sumamente hostil. 
– Asegurarse de contar a la zarpada con la provisión de insumos y combustible necesario para la navegación prevista, con un importante margen de seguridad.