El arquero, que fue descartado por Jorge Sampaoli, comienza a pensar en las próxima temporada en el Manchester United.

La vida es un cúmulo de decisiones. Algunas buenas, otras malas, algunas que se toman sin pensar y muchas que se dan cuando no queda otra alternativa. Sergio Romero se quedó afuera del Mundial de Rusia porque no decidió en el momento correcto qué era lo mejor para su carrera. Quizás tuvo miedo o tal vez fue mal aconsejado. Lo cierto es que su lesión en la rodilla lo dejó afuera de lo que iba a ser su tercera Copa del Mundo.

Chiquito dio vuelta la página y se operó del bloqueo articular en su rodilla derecha, en Barcelona. Lo hizo con el médico Ramón Cugat, una eminencia en la materia, que también, trató alguna vez al Kun Agüero. De esta manera el guardameta iniciará su proceso de rehabilitación para estar óptimo el inicio de la temporada europea con Manchester United.

Pese a que los médicos de la Selección argentina le dijeron a Jorge Sampaoli que si lo operaban de urgencia, Chiquito podría estar disponible para alguno de los partidos de la primera rueda del Mundial, el DT decidió no arriesgar y le dio de baja al hombre que más presencias tiene en el arco argentino.

De nada sirvieron las súplicas de Romero o el pedido de sus compañeros. Sampaoli lo borró de un plumazo y en su lugar llamó a Nahuel Guzmán, que había sido marginado de la lista de 35.