Una vida organizada disminuye la fatiga diurna. «En principio, es imprescindible haber pasado una buena noche. Dormir por lo menos 6 ó 7 horas de corrido para obtener un buen promedio de sueño REM (rapid eye movement -por sus siglas en inglés-); es decir, obtener un sueño profundo y reparador. Esto influye favorablemente al otro día, ya que los potenciales neuronales estarán mejor preparados para mantener todos los signos alertas», explicó a Infobae la licenciada en Nutrición Viviana Desanzo (MN 1.275).
Siguiendo esta línea, y teniendo en cuenta que muchas horas del día se viven en el trabajo, es primordial contar con una alimentación saludable que produzca efectos positivos en el organismo. «Permanecer despierto sin llenar el estómago es algo complejo, pero no imposible. Comer en exceso provoca ganas de dormir recurrentemente. Ingerir dos o tres porciones de pizza o una hamburguesa completa en el almuerzo generará un sueño inevitable», dijo Desanzo.
Los carbohidratos tardan más tiempo en digerirse y terminan produciendo cansancio
El ambiente laboral es importante. Debe ser tranquilo y con una temperatura baja, ya que el calor produce fatiga más rápido y -por ende- aumenta el cansancio. Acompañar un panorama ideal con comidas livianas bajas en contenido graso resulta ideal. «Los vegetales, las frutas y las carnes bien desgrasadas son las más recomendadas para el almuerzo. El problema de los alimentos ricos y con alto contenido en grasa es el tiempo que se requiere para su digestión: a mayor tiempo, mayor pesadez post ingesta», aseguró la nutricionista.
La clave radica en no llegar al máximo de la ingesta de azúcar en una sola comida grande. Lo mismo sucede con la cafeína. Si bien es la infusión más común elegida para mantenerse alerta, hay que dividirla en pequeñas dosis, debido a que cuando se toma café o té, el sistema nervioso se activa, las glándulas liberan adrenalina, el corazón late más rápido y la sangre incorpora más glucosa. «Por eso la cafeína es conocida como una gran aliada para mejorar la concentración. El problema es que cuando se consume exageradamente, la cafeína acelera el ritmo cardíaco y aumenta la presión», dijo Desanzo, quien agregó: «Tomar bebidas estimulantes causa un efecto acumulativo; es decir, al día siguiente, es muy probable que el cuerpo sienta más cansancio que antes».
Alimentos ricos y saludables
Siguiendo la línea de alimentarse responsable y organizadamente, es contradictorio arrancar el día con un desayuno alto en carbohidratos. Darle al cuerpo el máximo de azúcar tan temprano implica un cansancio más repentino. Si las comidas consumidas llevan a una persona por el camino de la obesidad, en un futuro la somnoliencia será aún mayor.
EL EXCESO DE CAFEÍNA ACELERA EL RITMO CARDÍACO Y AUMENTA LA PRESIÓN
«La organización de las comidas parte en que no sólo el almuerzo puede generar más cansancio o ganas de dormir. Eso es un error. Tener una mala noche o dormir pocas horas no permitirá que, durante las horas laborales, se rinda al máximo», contó la doctora Desanzo.

Los carbohidratos complejos como panes, pastas y dulces son los que hay que evitar. El organismo humano se toma más tiempo para digerirlos, lo que significa que el cuerpo gasta más energía en el proceso digestivo y menos en otras funciones. La fatiga que generan causan cansancio. Llevar una vianda con nueces, legumbres y frutas ricas en vitamina C proveen energía para el resto del día.

Un gran aliado es el deporte, ya que la práctica de actividades físicas hace que el cuerpo gaste mucha energía que será recuperada durante el sueño nocturno.