Este, que por ahora es un prototipo, permitirá atacar las enfermedades de la planta en forma más selectiva y precisa, reduciendo no sólo costos sino también el menor uso de agroquímicos y por ende disminución en la contaminación de los suelos.


El pulverizador ideado y diseñado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la empresa Marinelli Servicios de Precisión Agrícola, fue montando sobre un helicóptero de aeromodelismo con el cual se logro la aplicación de herbicidas en campos de ensayos.

El mismo trabaja en conjunto con drones que son los encargados de establecer un mapa de referencia para la correcta fumigación. Si bien el prototipo se hace de forma manual, se estudia ahora que éste se maneje de forma automatizada por medio de un software.
Los primeros ensayos demostraron la correcta pulverización a la hora de atacar los manchones de malezas. Al ser de forma selectiva, se pudo comprobar una reducción importante no sólo en la cantidad de herbicidas por hectárea en el orden de los cuatro litros sino y principalmente una merma en el agua a la hora de la mezcla. Ocasionado un mejor cuidado del medio ambiente y una baja en los costos para el productor.

Los próximos pasos consistirán en la instalación de sensores capaces de lograr la apertura y cierre de válvulas en la fumigación. Para lo cual se trabajará con un helicóptero con mayor autonomía y mayor capacidad de carga, es decir pasar del motor eléctrico a un motor a explosión.
Argentina sigue demostrando estar a la vanguardia. Eficiencia, sustentabilidad y trazabilidad, todos procesos que el mercado valora y prioriza a la hora de elegir a sus importadores.