El letrado aseguró que la situación del chofer «es muy complicada porque estamos partiendo de un homicidio culposo cuádruplemente agravado por el exceso de velocidad, el consumo de estupefacientes, la multiplicidad de víctimas y el cruce de un semáforo en rojo».

«Está confirmado que el chofer tenía vestigios de cocaína. Esto se dedujo de una pericia sobre la muestra de orina que se le tomó ese día. Arrojó que tenía cocaetileno, que es el metabolismo que produce el alcohol junto con la cocaína y también tenía algunas otras sustancias que sirven para reducir la dureza de la cocaína«, argumentó, en diálogo con Canal Nueve Litoral.

Ermároca sostuvo que ello «funciona como agravante». «Es un cóctel que le hace imposible a cualquier persona poder conducir un vehículo, y menos poder conducir un transporte público de pasajeros, con toda la atención, precaución y claridad de facultades mentales que uno tiene que tener para poder manejar un vehículo de semejante porte», afirmó.