En el nutrido universo termal de la Mesopotamia, sobresalen algunos destinos en particular, ya sea por su novedad como por su privilegiada ubicación geográfica. La ciudad de Victoria, Entre Ríos, es uno de estos casos, ya que posee dos cualidades únicas: se encuentra sobre el tramo inicial del delta del Paraná y posee el parque termal Victoria del Agua, el único organizado bajo el criterio de parque temático, dedicado al agua como medio de esparcimiento, relajación y cura.

Erigida sobre siete suaves colinas, Victoria se ubica a unos 350 km de Buenos Aires y 60 km de Rosario, al otro lado del puente que parte desde esa ciudad santafesina y cruza el río Paraná. Al ingresar a Victoria se lo hace también al ecosistema del delta, el cual integra islas que son el comienzo de un sistema que culmina en el Río de la Plata y conserva el privilegio de no haber sido casi urbanizado, por lo cual recorrerlo es ingresar a un especial mundo de agua, aves y flora, en el cual reinan las aves y se lucen las flotadoras irupés, que florecen durante el verano.

Desde Victoria parten varios tipos de excursiones por el delta, con opciones embarcadas que van de un puñado de horas entre las islas a jornadas enteras dedicadas al avistaje de fauna o la pesca. Los hijos de Chulengo, baqueano local desaparecido el año pasado, están entre los guías más versátiles de la zona.

PARQUE ACUÁTICO

En lo que a termas respecta, Victoria tiene un plus, con su parque temático Victoria del Agua, un espacio de 200 hectáreas sobre el delta. Se trata de un complejo que está siendo relanzado como opción para todo el año, ya que posee piscinas cubiertas y descubiertas, además de un río lento, spa, juegos, playas, senderos y pasarelas, pérgolas y miradores, cascadas, saltos, ojos de agua y un museo dedicado a la historia del agua.

El agua surge aquí de un yacimiento termal a unos 1.060 metros bajo la superficie y posee 62 g de sal por litro, más del doble que el mar. Técnicamente son aguas minerales, por la cantidad de residuos secos (más de 1 g/l), masotermales, por su temperatura (de 35 ºC a 40 ºC); de reacción alcalina, por su pH superior a 7.2; y saladas por el alto contenido de cloruros y de sodio.

El parque es una propuesta que incluye esparcimiento, el aspecto más disfrutado por los niños, con piletas con toboganes y juego; el llamado termalismo lúdico, que conjuga ocio y bienestar; y la faz curativa, orientada al tratamiento de afecciones como el reuma, problemas metabólicos, de circulación sanguínea, de la piel, y a causa del estrés, entre otras.