Susana Malcorra, canciller argentina, ex candidata a la Secretaría General de las Naciones Unidas.
Susana Malcorra, canciller argentina, ex candidata a la Secretaría General de las Naciones Unidas. 
Legisladores del FPV pidieron interpelar al ministro de Defensa, Julio Martínez, y a la canciller Susana Malcorra. La adquisición ascendería a U$S 2 mil millones. Sería el gasto más grande de los últimos 40 años.
El bloque de diputados del Frente para la Victoria-PJ pidió hoy la interpelación al ministro de Defensa, Julio Martínez, y a la canciller, Susana Malcorra. El motivo: una presunta compra de armamento por dos mil millones de dólares, la cifra más alta en la materia de los últimos 40 años, a los Estados Unidos. Desde el gobierno negaron enfáticamente que exista esa operación.
El kirchnerismo solicitó la presencia de los ministros para «que ratifiquen o rectifiquen» si existe un proyecto del gobierno para adquirir armamento de uso militar «para combatir el terrorismo». Fuentes de la cartera de Defensa afirmaron a DyN que «no se compró nada», y «menos para antiterrorismo porque desde el Ministerio se tiene en claro los límites de la Ley de Seguridad Interior».
La bancada que conduce Héctor Recalde pidió la interpelación de Malcorra y Martínez en base a una información que trascendió, según la cual el embajador argentino en Washington, Martín Lousteau, «envió una nota al influyente congresista Peter Visclosky, en la que adjunta un enorme listado de armamento militar».
Según indica el FPV-PJ en un comunicado de prensa, en dicha nota «figuran poderosos aviones de caza, tanques de guerra, misiles de mediano y largo alcance, helicópteros similares a los utilizados durante la guerra de Malvinas».
El texto señala además que Lousteau habría citado como referencia en el documento «una reunión que el congresista norteamericano mantuvo con los diputados nacionales del interbloque Cambiemos, Eduardo Amadeo y Luciano Laspina, quienes viajaron a EE.UU. invitados a unas jornadas organizadas por el FMI».
El Ministerio de Defensa rechazó la versión sostenida por el FpV, y afirmó que «no se compró nada» porque «no hay un peso» para actualizar el equipamiento «y menos para antiterrorismo por el Ministerio tiene en claro los límites de la Ley de Seguridad Interior».
«No hay nada formal desde el Ministerio de Defensa que insinué una compra de ese tipo», insistió el informante, aunque aclaró que «sin duda ese equipamiento lo querríamos porque las Fuerzas Armadas estaban diezmadas y posiblemente haya alguna lista del equipamiento que querría alguna fuerza. Pero de ahí a una compra hay un proceso enorme y no hay plata para eso».
En este contexto, la fuente indicó a DyN que la prioridad en materia de equipamiento la tiene la Fuerza Aérea que «estaba peor que todas y ahí hay una negociación con los aviones Texan de entrenamiento, una negociación que empezó hace mucho». Al respecto, precisó que Estados Unidos ofreció 24 aviones y sólo se van a comprar 12 aeronaves.
Mientras tanto, la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner no dejó pasar la chance de opinar desde su cuenta de Telegram: «Uno no puede dejar de asombrarse que en el marco de la situación económica y social del País, el Estado destine más de 2.000 millones de dólares para la compra de sofisticado armamento de guerra, constituyendo la mayor adquisición de armas de los últimos 40 años», opinó.
«El lapso de 40 años no es casual. Remite a que las últimas adquisiciones de esa magnitud y naturaleza fueron realizadas por la última Dictadura Cívico-Militar. Repárese en el hecho de que ni siquiera para el único conflicto bélico que tuvo el País durante el siglo XX, Guerra de Malvinas, se realizó una operación similar», agregó.
Fuentes oficiales explicaron que la nota firmada por Lousteau es «para poder eventualmente entrar» a los programas «para comprar de material en desuso», ya que «lo tiene que aprobar el Congreso norteamericano». «Pero no hay ninguna compra, no hay nada», se aclaró desde el gobierno. En el pedido de interpelación del FpV se menciona a los diputados macristas Laspina y Amadeo, quienes evitaron hacer declaraciones a la prensa.
Sin embargo, fuentes del oficialismo calificaron como «un invento» y «una mentira» la acusación del kirchnerismo aunque admitieron que ambos legisladores tuvieron contacto con representantes norteamericanos durante una visita que realizaron el año pasado a la Argentina y a quienes le plantearon la posibilidad de ingresar a un programa de «donación» de arsenal de Estado Unidos.
«En el congreso de Estados Unidos funciona un subcomité de Defensa que todos los años pone en marcha un programa de donaciones de equipamiento militar a distintos países y así fue que se decidió desde el oficialismo iniciar la gestión con buenos oficios», indicó a DyN una importante fuente legislativa.
Según precisó, en el pedido de donación se estableció que el equipamiento sería destinado «para razones de defensa y de seguridad interior en la lucha contra el narcotráfico», puntualmente «para reforzar la frontera norte».
Asimismo se destacó que en la carta de Lousteau se menciona el término «cooperación y en ningún momento se habla de compra». Según explicaron a DyN, la información trascendió a partir del momento que hackearon la cuenta oficial de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien Amadeo envió un mensaje confirmándole que avanzaba el ingreso de Argentina al programa de donaciones y le decía a la funcionaria «ocupate» de definir el equipamiento que se necesita para reforzar los controles fronterizos.
Foto: Perfil.com