El río permanece lejos de sus parámetros normales. En Paraná, el registro del día fue de 31 centímetros por debajo del cero. La bajante seguiría durante meses.

A pesar de las mejoras que se registraron en octubre, la bajante en el río Paraná permanece lejos de sus parámetros normales y muy por debajo del nivel de aguas bajas. El panorama actual indica que este fenómeno no mejoró durante diciembre y continuará durante los próximos meses, advirtieron este lunes desde el Instituto Nacional del Agua (INA).

Los registros de alturas hidrométricas y caudales de la cuenca del Paraná correspondientes a este lunes 3 de enero de 2022 indican que la altura del río en la capital entrerriana es de -0,31 metros, es decir 11 centímetros por debajo de la medición anterior. En La Paz es de 0,18, lo que implica 13 centímetros más bajo.

En Paraná este lunes es el segundo día consecutivo por debajo del cero, situación que no se de daba desde principios de octubre. El año pasado el nivel más bajo fue -0,46, registrado el 18 de agosto.

Bajante del río Paraná, en los últimos meses.

Bajante del río Paraná, en los últimos meses.

Estos datos corresponden al Centro de Informaciones Meteorológicas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), elaborado con las mediciones de Prefectura. Según el INA, ya son casi 300 días con niveles inferiores al límite de aguas bajas en la región.

«La fuerte variabilidad climática regional, presente en la cuenca del Plata en los últimos 15 años, se manifestó desde la segunda mitad del año 2019, comenzando por la cuenca del río Paraguay. Desde entonces prevalecieron las tendencias descendentes en todos los grandes ríos de la cuenca, con una sensible disminución de los aportes de los afluentes menores», manifestó Juan Borús, subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del INA.

Esta disminución del caudal tiene un impacto directo en el abastecimiento de agua para consumo humano, la generación de energía y la navegación, entre otros efectos. Además, manteniéndose el período de sequía se dificulta la reproducción y alimentación de la fauna y se condiciona fuertemente toda la logística relacionada con el mantenimiento de la vía fluvial y la logística de la navegación, además de los procesos de potabilización del agua urbana.

A la sensible disminución en el aporte a los numerosos cursos fluviales de la alta cuenca se sumó una disminución gradual de las reservas en los embalses emplazados en la mitad norte de la alta cuenca del río Paraná en Brasil, situación que no se ha mejorado durante este mes de diciembre, en plena temporada de lluvias estacionales, advirtió el funcionario del Instituto Nacional del Agua en su informe de este lunes.

Uno Entre Ríos