El empresario Lázaro Báez sostuvo hoy que los millones de dólares que se ven en los videos en la financiera S.G.I fueron producto de la venta de propiedades en un country en la zona de Tortuguitas, en la localidad bonaerense de Malvinas Argentinas. Lo dijo el empresario en la declaración indagatoria a la que fue sometido esta mañana, en la que también se mostró preocupado por la suerte de su hijo Martín Báez.

«Por la venta de unidades se percibieron desde el 1/8/2008 al 27/1/2012 la suma de 6.677.129 dólares», sostuvo Báez el escrito que presentó ante el juez federal Sebastián Casanello y al que accedió Infobae. «El 19 de junio de 2005, Austral Construcciones compró a Northlands Asociación Civil de Beneficencia (Cuit 33-53815554-9) su campo de deportes ubicado en la Calle Patricias Argentinas S/N, Parcela 1646 e, en la suma de dólares estadounidenses seiscientos cincuenta mil», agregó el empresario en el escrito.

Báez también se quejó de la acusación contra su hijo, Martín Báez: «No alcanzo a comprender el por qué mi hijo, que únicamente ha colaborado en mis negocios y bajo mis instrucciones, es también convocado en carácter de imputado».

En medio de un imponente operativo de seguridad y un intenso seguimiento mediático, Báez fue trasladado muy temprano esta mañana a los tribunales federales de Comodoro Py 2002, en Retiro, para prestar declaración indagatoria en la causa por presunto lavado de activos. Báez, su hijo Martín y otros tres acusados se negaron a responder preguntas del juez Sebastián Casanello y del fiscal Guillermo Marijuan.

Pero entregaron sendos escritos en los que cuestionaron la validez jurídica de uno de los principales elementos de cargo, la filmación de una cámara de seguridad que muestra a varios imputados contando grandes cantidades de dólares en la financiera SGI, conocida como «La Rosadita», y que fue difundida por Canal 13.

Quien sí aceptó declarar fue el financista Federico Elaskar, ex dueño de «La Rosadita», citado por otros dos hechos relacionados con la causa principal que tiene imputado a Báez. Cuando el juez Casanello lo interrogó sobre el contenido de la filmación, a propósito de declaraciones públicas en las que había apuntado a Báez y también a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Elaskar respondió que no tenía «nada para decir».

El abogado de Elaskar, Juan Manuel Ubeira, había opinado poco antes que la detención de Lázaro Báez «está muy lejos del sistema de Justicia y muy cerca del Holocausto».
El letrado dijo que «me parece todo un disparate lo de las detenciones porque no hay nada para presumir que estas personas se van a fugar y no van a declarar. Todo esto aplica a un clima de espectacularidad».