La historia es clara. No hay mucho espacio para visiones distintas, polémicas o datos que hagan cambiar el curso de la historia.

Las Islas Malvinas son argentinas, pero no están en nuestro poder, siguen en manos de los ingleses. Hoy, 2 de abril, se recuerda cuando en 1982 tropas argentinas desembarcaron en las islas y comenzaron una Guerra que a más de 33 años sigue el recuerdo y el dolor.

El General Leopoldo Galtieri fue quien decidió, ante el ocaso de la dictadura militar, emprender una contiendan bélica ante una de las potencias del mundo como era y es Inglaterra y lograr perpetuarse en el poder más allá del Gobierno de facto.
Del otro lado del Atlántico, Margaret Thatcher era la Primer Ministro de Inglaterra. En su país también había problemas económicos y crisis política interna, con lo cual ir a una guerra parecía la excusa perfecta para unir esfuerzos y apostar a un éxito bélico y político.
Al tiempo de que las tropas argentinas desembarcaran en las Islas, arribaron los ingleses para tomar lo que ellos creían que estaba en su poder. Aunque las primeras noticias daban cuenta de que Argentina recuperar ambas islas y las hacía suyas, el submarino HMS Conqueror atacó con dos torpedos al crucero ARA General Belgrano, que se hallaba fuera de la zona de combate, y aniquiló 323 de sus tripulantes.
Además, hubo combates tanto en tierra como en el aire hasta el 14 de junio de 1982, día en el que se firmó el cese de las hostilidades tras el abrumador poderío de las tropas inglesas ante las inexpertas argentinas.
Desde ese momento, comenzó una historia de dolor, recuerdo, olvido y lucha.
Al poco tiempo, retornó la democracia a la Argentina en 1983 y Thatcher se quedó varios años más en el poder. Pasaron 33 años donde se sigue llorando a los muertos, donde hubo y hay gestiones para recuperar la ciudadanía nacional sobre el archipiélago y una disputa continua con el Gobierno inglés por una soberanía que se niegan a negociar.
Días atrás, Desde territorio inglés denunciaron que Argentina analiza tomar nuevamente las Islas Malvinas por la fuerza, lo que llevó a reforzar el poder militar inglés.
La respuesta argentina fue clara: No más guerra. La de Malvinas fue la última guerra del país, que dejó 649 hombres muertos y millones de historias de dolor.
Pasaron 33 años y el dolor no se acaba. Sólo resta lograr, en un futuro incierto, negociar en el ámbito diplomático y volver a pisar las islas para que los 649 soldados argentinos muertos descansen en paz.