El tratamiento más común es un suplemento de hierro para tomar por vía oral de forma diaria. Investigadores locales evalúan una administración semanal.
La anemia no tratada en niños puede producir un efecto grave en su crecimiento. (Foto: Adobe Stock)

Aproximadamente, un 50 por ciento de los niños menores de tres años padece anemia infantil, una enfermedad que generalmente se trata con una dieta destinada a incrementar el consumo de alimentos ricos en hierro, como la carne, y a aumentar su absorción combinándola con frutas ricas en vitamina C.

Algunos niños con anemia por deficiencia de hierro (ADH) leve no muestran ningún síntoma, pero los signos más comunes incluyen piel pálida, falta de energía y dificultad para respirar.

Qué es la anemia infantil

La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) define a la anemia infantil como la disminución de la cantidad de glóbulos rojos en la sangre o cuando la hemoglobina, -que es una proteína de color rojo que transporta oxígeno-, se encuentra por debajo de los valores normales para la edad y género del niño.

La deficiencia de hierro es la causa más frecuente de anemia en el niño. Prevalece mayormente en la edad preescolar, en especial entre los 6 y 24 meses de edad. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, en nuestro país presenta anemia el 16% de los menores de 5 años, el 35% de los niños de 6-24 meses de edad y el 20% de las mujeres en edad fértil.

Cómo tratar la anemia infantil

Para el tratamiento de un niño con una presunta anemia se sugiere:

  • Suplementación con hierro.
  • Modificaciones en la dieta.
  • Seguimiento.

A pesar de esta indicación y de la provisión gratuita del sulfato ferroso a través del programa Remediar, la prevalencia de ADH es alta y la adherencia a la suplementación preventiva es baja, identificándose entre los principales factores causantes de esta baja los efectos adversos de tipo digestivo, el posible olvido de los cuidadores o la falta de prescripción médica.

Lo nuevo para administrar hierro a los bebés

Una investigación local compara la efectividad de la administración semanal de hierro frente a la administración diaria para la prevención de la anemia del lactante y analizar su impacto en la estabilidad genómica.

“Como metodología de trabajo se realizó un ensayo clínico en lactantes de 3 a 6 meses que realizaron sus controles en el Observatorio de Salud del Instituto de Desarrollo e Investigaciones Pediátricas (IDIP). Los mismos fueron agrupados según recibieran lactancia materna exclusiva o lactancia mixta y aleatorizados para la intervención diaria o semanal. Se evaluó la anemia, el estado nutricional de hierro y la estabilidad genómica antes del inicio de la suplementación y al finalizar”, describió Gisel Padula, Doctora en Ciencias Naturales y directora del proyecto “Efectividad de la administración de hierro en forma semanal frente a la administración diaria en la prevención de la anemia del lactante. Impacto de ambas suplementaciones sobre la estabilidad genómica”, subsidiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Técnica a través de la convocatoria “Ciencia y Técnica contra el Hambre”.

Cómo prevenir la anemia infantil

La mejor prevención es una correcta alimentación que comienza con fomentar la lactancia maternael suplemento de hierro en forma de gotas todos los días, acompañando el suplemento de vitaminas como A, D y C, que recomiendan los pediatras.

“Aconsejamos el consumo de alimentos ricos en hierro, fundamentalmente las carnes rojas y las vísceras, o vegetales como la espinaca, el brócoli y las lentejas, además de cítricos que favorecen su absorción, y el uso actual de leches fortificadas con hierro que si bien no son de calidad óptima refuerzan el aporte de este valioso elemento”, aseguran desde la SAP.