El día martes 21 de octubre entre las 17:30 y las 19:30 horas, desconocidos entraron en mi domicilio en el 5to Cuartel y si bien se llevaron chucherías eso no quita para nada el profundo disgusto de que se manejaron libremente revolviendo mis pertenencias y las de mi hija y provocando gran stress en mis mascotas, una de ellas encerrada en un cajón de la cómoda.

En mi casa no hay plata, no hay joyas, no hay objetos de valor (ni siquiera tengo microondas). Soy docente de nivel terciario. De todas formas lo más probable, por lo que se llevaron, es que ni siquiera buscaban algo para robar. Lo hacen para intimidar (quizás incluso enviados por alguien) y que sepamos que son impunes porque no hay nadie que se preocupe y se ocupe por lo que hacen (alcoholizarse, drogarse, robar) o dejan de hacer (estudiar para ser alguien en la vida por ejemplo).

Si son jóvenes, se la pasan en el ciber porque el daño neuronal que ya tienen por la desnutrición no les permite leer libros; o como se ve a simple vista se reúnen en las esquinas con la mirada vidriosa y perdida a beber cerveza y quizás aspirar algo. En otra época se aspiraban ideales, hoy, el gobierno nacional y popular desde hace 12 años ha dado por tierra con esos ideales. Sus padres seguramente se resignaron a vivir de los despojos (como dice la canción de Silvio Rodríguez y Calle 13) de un plan social por el cual el extorsiona a los que menos tienen. Igual extorsiona a los que tienen algo con los contratos y las suplencias en ámbitos de trabajo.

Los pocos que en este país todavía trabajamos y estudiamos y apostamos a un progreso en base al esfuerzo estamos rodeados, hemos hecho una pésima elección en un país en el que es mejor no trabajar. Estamos rodeados de chorros: ya sea al estilo Boudou o al estilo de los ladronzuelos; a ninguno de estos extremos les enseñaron algo similar al esfuerzo, ambos extremos de las clases sociales saben que con hacer la venia de la obediencia debida pueden encontrar “trabajo” en alguna dependencia nacional, provincial o municipal mientras los que contamos sólo con importantes antecedentes profesionales y académicos no tenemos trabajo porque pensar está mal visto y hablar mucho más.

Como desde hace más de 40 años (situación que se acentuó dramáticamente en éstos últimos 10 años) en este país no existe la promoción de condiciones de vida dignas (de vivienda, seguridad social, estudios, laborales, transporte, etc) lo que queda es la prevención, que ya es el segundo escalón. Y de esto… poco, poco, casi nada.

¿Cómo puede ser que tengo que salir a trabajar con la idea de que…:

  1. Un vecino está pendiente de los movimientos de mi domicilio y hace de campana para los delincuentes
  2. Los jóvenes van a aprovechar cualquier ocasión para hacer daño a la propiedad de los demás, total, ellos no tienen nada y nada les importa, al igual que a sus padres, herencia que además se les pasará a sus hijos.
  3. La policía no hace un patrullaje a conciencia conociendo las condiciones en las que estamos viviendo.

El policía que vino a constatar el hecho me dijo que el problema era que mi casa estaba muy al fondo; resulta que hace un par de meses intentaron entrar a una casa que está en el frente del terreno contiguo y como no pudieron robaron pertenencias de una casa que está en otro terreno en el medio. ¿cómo puede un policía pensar de esa forma? A mi la verdad es que me preocupa que una persona que piensa así tenga un arma a su disposición. Además tuve que pedirle que mire por fuera de la medianera cómo habían entrado y me dijo que seguramente se treparon así nomás; como insistí recorrió por fuera y encontró un ladrillo apoyado en la medianera que les había servido de palanca. En fin, al parecer el signo de esta época es la improvisación.

Por todo lo expuesto quiero hacer el siguiente pedido a la Policía de Entre Ríos: NECESITAMOS QUE NOS CUIDEN

Y para esto hay que planificar, tener ideas, sorprender! Cuando las cosas pasan ya es tarde. En el precario contexto institucional en el que estamos si ustedes no nos cuidan no tenemos ninguna otra barrera. Estos chicos deberían ir a reclamar a los domicilios de todos/as las que se están enriqueciendo precisamente porque ellos no tienen ni educación, ni salud, ni van a tener un trabajo digno ni una jubilación. Ah! Claro, para eso está el voto, y así nos fue en estos últimos 12 años. La clase dirigente en la Argentina ya está podrida sin remedio y por el hecho de que no tenemos conciencia ciudadana siguen estando los mismos de siempre década tras década robando y robando y promoviendo esta situación de ausencia de todo en lo que es salud, educación, seguridad. Es fácil encontrarlos/as: en cualquier dependencia oficial están los responsables. Cualquiera de los que hoy ocupan un cargo designado en forma política es copartícipe de la destrucción sistemática de toda condición humana digna.

 

Roxana Firpo