En uno de sus laterales, Parroquia Aránzazu también está exhibiendo su pesebre que por el tamaño de sus figuras (algunas adquiridas en anticuarios para mantener su histórico estilo) y desarrollo de la representación no pasa desapercibido para aquellos que la visiten.  A tal punto su destaque que el mismo Benavento, el hijo poeta de las Siete Colinas no pudo resistirse a la magnificencia del mismo.

Otro elemento que también se ha incorporado al recogimiento de quienes concurren es una suave música alegórica a estas festividades que se traslada por toda la nave a través de una cuidada ecualización.

Desde su origen en el Siglo XIII con San Francisco, esta recreación (denominada Belén, porque el pesebre es la vasija donde comen los animales, y que es donde María lo recostó a Jesús) ha tenido cultures en todas partes del mundo, en Victoria nos comenta Andrade hubo una movida muy significativa que promovió grandes pesebristas, no solo para los templos sino también para las casas de familia “entre ellos Ángel Ballesteros, Eduardo Lorenzo, Héctor Sánchez que hicieron pesebres muy lindos”, y Andrade- vale decirlo- es un poco el continuador de esta tradición.

 

Fuente: Paralelo32.com.ar