La pediculosis es una de las afecciones más contagiosas, sobre todo en edad escolar y también en la temporada de primavera-verano. Prevenirla es fundamental en toda época del año.
Revisar la cabeza detenidamente puede ayudar a detectar más rápido la presencia de piojos. (Foto: Adobe Stock)
Revisar la cabeza detenidamente puede ayudar a detectar más rápido la presencia de piojos. (Foto: Adobe Stock)

Tener piojos es un tema que se relaciona muchas veces con la falta de higiene y esto genera que se lo trate como un tabú, pero esa es una creencia falsa, ya que contraer pediculosis no tiene que ver con las clases sociales ni con el estatus económico.

Los piojos pueden contagiarse de diversas maneras, la más habitual es por contacto directo, cabeza con cabeza, ya que no saltan ni vuelan, sino que se desplazan y, según un Estudio liderado por Cinfa y avalado por la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), se demostró que el 50,7% de los niños tuvo que librar la batalla contra los piojos en algún momento.

Pasar correctamente el peine fino, una de las claves para combatir a los piojos. (Foto: Adobe Stock)
Pasar correctamente el peine fino, una de las claves para combatir a los piojos. (Foto: Adobe Stock)

Según la investigación, nueve de cada diez familias aplican un tratamiento para combatir los piojos, pero sin embargo, solo un 17% logra hacerlo correctamente. El doctor Julio Maset, médico del Laboratorio Cinfa, de España, explicó: “Los datos revelan que las infestaciones de piojos son ahora más frecuentes y difíciles de tratar debido a un incremento de las resistencias, generadas, la mayor parte de las veces, por una incorrecta aplicación del producto”.

Cómo tratar la pediculosis

El doctor Maset dio algunos consejos para que la pediculosis deje de ser un problema:

  • Una de las principales es la precaución, por lo cual, si hay casos alrededor, se debe revisar el cuero cabelludo de toda la familia con un peine fino y utilizar un repelente.
  • Además hay que aprender a pasar el peine fino correctamente: se hace mechón a mechón, desde la raíz a las puntas e incidiendo en la nuca y detrás de las orejas.
  • Si se confirma que hay piojos, avisar al colegio y al resto del entorno.
  • Elegir el tratamiento adecuado. Tener en cuenta en todo momento las indicaciones del farmacéutico o del pediatra si se trata de niños menores de dos años.
  • No confiar en tratamientos caseros.
  • Seguir al pie de la letra las instrucciones del pediculicida.
  • No utilizar el secador, ya que el calor inactiva el efecto del pediculicida.
  • Extremar la higiene en la casa. Es importante lavar peines, ropa y accesorios con pediculicida o con agua muy caliente.
  • Vigilar la cabeza de los niños en días posteriores. Si es necesario, reaplicar el producto a los siete días.

Qué es la pediculosis y cómo se transmite

La pediculosis es una de las afecciones más contagiosas junto al resfriado común que afecta más a las niñas con un 55,8% frente a un 47,5% de niños.

“Este hecho se explica porque el cabello largo supone una mayor superficie de transmisión para los parásitos”, explicó el médico, mientras que indicó que el signo de alerta más frecuente a la hora de detectar si hay piojos es el picor, acompañado de la necesidad persistente de rascarse, que suele presentarse entre la primera o cuarta semana después de contagiarse.

A pesar de ser un síntoma bastante molesto, no es peligroso para la salud, aunque sí puede causar ciertas lesiones en el cuero cabelludo, mientras que, ante cualquier sospecha, es necesario inspeccionar el cabello y utilizar un peine fino para comprobar si hay una infestación.

En caso de que el diagnóstico se confirme y haya presencia de parásitos, es importante que el resto de miembros de la familia utilice un repelente de forma preventiva, además de que se mantengan alejados de la persona infestada.